La Quinta Normal i sus establecimientos agronómicos y científicos : paseo de estudio

111 meteorolójica se encuentre en comunicacion directa con muchas otras estaciones, a fi-n de que se abarque con la observaciori una .vasta estension de territorio. Cuanto mas amplio _se:;t el teatro donde los vientos se esplayen, se combin~n i se transformen en nubes, -lluvias, nevazones i tempestades, con tanta mayor exactitud se pueden prede– cir estos fenómenos. Debemos, pues, colocarnos en dispo- - sicion de observar todo nuestro territorio continental i la parte de océano comprendido entre la tierra firme i sus archipiélagos e islas adyacentes. . Siguiéndose el curso c}e los vientos i corrientes eléctricas en tan vasto espacio de / atmósfera, podrán observarse en todo su desarrollo esas corrientes,- conocerse con certeza su direccion e intensi– dad i señalarse con la anticipacion debida el punto del territorio donde ellas· se dirijan i los fenómenos pluviosos o eléctricos que entrañen. Debemos todavía; si es posible, combinar nuestra ac– cion con la de }os paises del' Atlántico i del Pacífico, con los qu~ nos liga el alambre o cable eléctrico, i, a ejemplo del Observatorio meteorolójico de Washington, comuni– carnos diariamente con estaciones situadas en el Plata i el Brasil por un lado, · i en el Perú i el Eclfador por el otro, a fin de ensanchar nuestro teatro de observacion i reunir el mayor número posi?le de datos meteorolójicos que nos den, con el mayor grado de verdad, el estado del tiempo i la prediccion de sus fenómenos. Deberp.os, sobre toc!o, ligarnos en este sentido con el Ecuador, porque es de esa rejion de donde nos vienen los vientos calientes que, al enfriarse con los vientos del sur que aquí domi– nan, producen lluvias, huracanes i tempestades. Cuando el Dr. Moesta fundó -la estacion meteorolójica que poseemos, este sistema de comunicacion simultánea no existia ni en la p-ráctica ni en la ciencia. Borda, La– place, Lavoisier i Humbold h~bian hecho estudios · sobre

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