Literatura chilena en el exilio

- 8 - chilena en el exilio: el de la distribución internacional comercial, y el de la distribución local o regional mediante instituciones o personas de apoyo. Todos estos fenómenos culturales deberían verse con el trasfondo de una historia general del exilio chileno, la cual no ha sido aún escrita,y que debería conjugarse con las dos historias que se vienen escribiendo en- Chi le en la ultima década: la oficial, y la de refutación alternativa. El narrador chileno que vive en el extranjero es un emisor marginado, tal cano lo había sido tradicionalmente en Chile, y tal como lo ha sido da; otra manera en el ultimo decenio. En todos los países era un extranjero preocupado hondamente por los problemas de su patria, adquiriendo desde allí una distancia y una perspectiva espacial y temporal que le permitie ra establecer una mejor visión del panorama chileno. La empresa del escri tor es una tarea solitaria; más aún, cuando no se es parte de un movimien to y de un pueblo que esté inmediatamente presente para recibir la obra, cuando no hay políticas culturales propias en las cuales insertarse. También a nivel cultural el exilio es en verdad una suma de exilios. No es lo mismo estar en Argentina, Venezuela o México, que estar en Europa Occidental. Tal vez se podría hablar de un exilio en países de lengua es pañola y exilio en otros países con una lengua diferente. No es ésta una distinción gratuita. Todos los que conocen profundamente una segunda lengua saben de la tremenda experiencia y amplitud cultural que esta si­ tuación produce. El español, principal instrumento de trabajo de todos? estos escritores, no es una lengua en expansión. Abrirse a otra lengua significa que se puede ■asumir una gran cantidad de información ■- no ob tenible en el universo discursivo del español. Las nuevas lecturas im­ plican la creación y asunción de nuevas tradiciones,. influencias, visio­ nes de mundo, sistemas valorices. Y desde allí asume la. literatura chile na en el exilio su punto de hablada.