Sujeto social y proyecto histórico en la dramaturgia chilena actual

Juanelo : Como quieran. Era mi obligación advertir­ les que ese hombre es un chantajista... Comandante : (Al público). Hablé con el Gobernador.Me dijo que nos ayudaría. Rufo : (Al público). Hablé con Abel, me dijo que nos ayudaría. Están y a todos los hilos entrelazados; pero éstos son claramen te contradictorios. Ésto explica por qué cuando abel informa al Gobernador •de los. crímenes que se fraguan, éste los califi­ ca de delirios, y más aún-, lo hace detener. Los habitantes del basural sienten en el aire que son acechados y que serán cerca­ dos: empiezan a organizarse entre los pocos capaces de dirigir que quedan. Pero es tarde. Se produce la noche de horror y violencia, la gran matanza. Hay otros personajes que merodean en la obra: los funcionarios públicos, aquellos encargados de certificar los hechos. Fu n­ cionarios públicos que actúan a s c é p t i c a m e n t e , con la frialdad de la técnica, e;de lo observable, sin compromisos morales o hu manos. Y por tanto, evitando indagar en las evidencias de que no todo es tan claro como parece. No obstante, su tratamiento de los despojos h u ma no s’ ('24) como si fuesen objetos de la natu raleza (de hecho, los funcionarios son un topógrafo, un m e te o­ rólogo y un notario) proveen de un lenguaje cuyo absurdo se co pa de patetismo y poesía. Comenzando el segundo acto, auscultando el cadáver de San Lu­ cas : El Notario ¡Retiren el cadáver! (Los funcionarios se ponen los sombreros y hablan directamente al público). El Meteorólogo: El segundo acto de caridad que realiza­ mos esta semana. El Topógrafo : Un buen topógrafo ahuyenta de los cadáve­ res a los grillos y las mariposas nocturnas. (24) Debieron certificar primero la muerte de ¡i ufo, luego la del perro la del cabo San Lu cas y finalmente, la de los 30 habitantes del basural.

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