Notas sobre autoritarismo y lectura en Chile

Boquitas Pintadas de Manuel Puig. Tuvo gran éxito de venta en un medio editorial dramáticamente deprimido, un éxito muy vin culado a la posibilidad de una pelíci la — sobre la cual habla ron con creces los medios masivos— cuya estrella sería una figura de moda en el mundo de la TV chilena: Raquel Argando.ia. El impacto de esta novela — como también de los libros de Jor ge Sasía, Pablo Huneeus y otros— revela algunos cambios en el proceso de recepción y consumo literario. ¿En qué se fundan y en qué consisten cales cambios? Antes de 1973 los medios de comunicación de masas competían con otras instancias de comu­ nicación social (partidos, sindicatos, etc.) y eran además a- travesados por las variantes de cultura política que se daban en la sociedad. Después de 1973 adquieren en cambio una cen­ tral idad monopólica, una centralidad que va a ser fundamental en la parcialidad ideológica y en la hiperextensión de la cul tura de masas. En este contexto las obras literarias no tie­ nen repercusión o venta por sus valores intrínsecamente lite­ rarios, sino en tanto subproducto de los meaios de comunica­ ción de masas,- particularmente la televisión. Griselda Núñez, poetisa popular en décima y lira de la zona de Batuco sólo in gresa a la escena literaria después de aparecer en el progra­ ma "Sábados Gigantes" de Don Francisco. Lafourcade debe su personalidad literaria y el interés del público lector más que a sus propias ooras a su papel polémico en la televisión y en el periodismo. El manual de urbanidad para pirulos(1981) de Jorge Sasía, que fi6ura también en la lista, como libro es tributario de la cultura de masas, del Festival de Viña y de los clichés sico-sociales que han regido la vida del país. Más que una visión distanciada de ese mundo, representa un intento de reciclarlo con propósitos humorísticos, un grado

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