Notas sobre autoritarismo y lectura en Chile

cióri entre 1977 y 1981 y un tercer momento, a partir de 1982, de crisis e intentos de readecuación (4). Desde una hipóte­ sis de transformación sustancial en la recepción, estas eta­ pas han significado variaciones en el clima ideológico-cultu ral y en los códigos o preconcepciones de los receptores, va riaciones que pretendemos tipificar en relación a la lectura de Neruda. a) La primera etapa (1973-77) se caracteriza por un auto­ ritarismo eminentemente reactivo ante la cultura polí­ tica del pasado y respecto a los sectores sociales que la alimentaron. Sin que se perfile todavía un proyecto futuro, el énfasis de negación se manifiesta excluyendo y desarticulando los espa­ cios sociales previos, sean estos institucionales, políticos, comunicacionales o artísticos. El régimen militar transfor­ ma el papel del Estado, otorgándole una extensa función de supervigilancia en el campo cultural. Un espectro importan­ te de libros — concebidos como vehículos de ideas disociado- res y como receptáculo de una memoria histórica que se que­ ría borrar— será afectado por esta nueva función. Mediante la vía represiva, en allanamientos, se requisan, confiscan o queman cientos de' ejemplares, rotulándolos de "literatura sub versiva", mecanismos que son publicitados con fines de ame­ drentamiento. Recordando este clima, el ex-Rector de la Uni­ versidad de Concepción y ex-Ministro dé Educación, Dr.Edgar­ do Enríquez, señala — en una entrevista reciente— que su bi blioteca personal "hubo que enterrarla y allá en Concepción está t o d a v í a 1, "más de una vez he p e n s a d o 1 dice, "que así co (t) Véase con respecto a estas etapas artículos de M.A.barretón y otros, “Chile 1973-198?” Revista Mexicana de Sociología. 2, abril-junio 1982.

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