Congreso nacional de arquitectura y urbanismo

siderado con los planos reguladores urbanos o rurales~nos fija– rá los sitios más convenientes que permiten dentro de un presu– puesto m1nimo ubicar los nuevos conjuntos de la vivienda y el número de ellas de acuerdo con las curvas de emigración, inmi– gración y coloniz.!)ción, que prevee igualmente la l&bo.r para el futuro. Este mismo censo que establece los sitios de trabajo nos da– rá la pauta sobre la función que la oasa del obrero deba í!t.í.itlp-l~r do ·acuerdo con la clQse de activ idad que desempefia. Y por último este censo nos servir~ iguaL" 11.en te para determinar el tipo de e– dificación. el material de construcción convm iente &. las condi• ciones geográficas, tectónicas y olimatérioas-. . Sólo haciendo estos trabajos y estudios previos se puede es– tar e*ituución de conocer el verdndero estado a.etual de la. vi– vienda chilena y de fijar rumbos para. realizar lll1:8. .P<>.~~tica futu– ra, que nos garantice una inver~ión racional de las ingentes su ··;. mas de dinero que se necesi+.an. 'Como referencia, podemos decir que· la Asociación de .Arqui tectos onortunamente insistió en la necesidad de efectuar en eT pa!s 22"·;·0oo viviendas anv.ales, para realizar-en tm periodo pruden cial de 35 niios el programa necesario. en el pais. El solo .aumen':" to anual de población eAige 8.000 viviendas sin considerar el crecimiento progresivo de este n.umento. Calculando# 20.000 como t~rmino r:todio, t~mdriamos que in-..rert:tr alrededor de J 440' .000.000 anuales. Al a.l'!lparo de todas las leyes dictadas desde el a.fto 3:906 hasta el ano l9S4, sa ha. invertido en Chile una suma e.ercana a ;fl50.000.000 en habitaciones para personas de escasos recursos. Podemos 'Ver que esta suma está muy por lo bajo de lo que necesi ... tamos i."'lvertir anualmente. La caJa de la Habitación. que se cre6 iiltima.•:1ente no ·ti ene los requi~itos que debiera tener el organis· mo por crotl:;;- ,• ni cuer.a.ta con los :fondos necesarios para abordar el plan m!.nim.o de la ;¡'ii 'V ie:;:1da Nacional . De lo expuesto deducimos la in eficacia para dar solución a la Vivienda ert Chile, de cus;;. lq ui.er acción comt1n u organism o que reúna estos requisi tos, sin contar simult&neament'; con.el desarro– llo de un pla n econÓlilico general que le ayude a fJ.nanc-J.ar las ur– gentes suro.as de dil'<.ero QUe son necesarias. Ade:m:1s, podemos de;ir, si analizamos el financiamiento de estas viviendas. que el dinero, punto vital de todo plan de cons– trucción, se encuentra en abundancia para las clases altas Y no escaso para la clase .media, ya que ~stos recurren a las Cajas de Previsi ÓnJ en cambio, para los pequeftos emp~e~d?s y para l~s cla. ses necesitadas, el problema se torna muy dJ.fJ.cJ.l de soluc1onar Y necesita un estudio detenido. M1 eapital que en ellos se in~ vierte es escaso 0 e x ige un interés qw-> hace imposible realizar

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