Congreso nacional de arquitectura y urbanismo
- 102 - p¡us-valía sea insuficiente para cubrir las inversiones que el Municipio haya hecho en ellas. Quedaría aun por ser considerado, pnra ;abarcnr la totali dad de las obras que la ciudad requiere, el financiamiento -– del programa de mejoramiento de la vivienda obrera, Para em– prenderlo necesitaría el Municipio o ayuda pecnniarin del Es– tado, tal camo se 1~ ha dispens&do en otros países o la im - plantación de un impuesto es~ecial que formaría un fondo con el cu~l se subvencionaría al obrero de escasas rentas. Dada la magnitud de las obras que habría que emprender en este sentido en Santiago, su" ejecución cae fuera de toda posibilidad dentro de los actuales recursos del Municipio de Santiago; pero puede ésta iniciar una política al respecto., emprendiendo con este procedimiento la construcción de las habitaciones para sus obreros, que en número superior a mil laboran en sus diversas . reparticiones. Tal vez esta solución no le significaría al Municipio un aporte anual superior a $ 400.000 o $ 500.000, suma que probablemente podría al igual que en Inglaterra, ser ·aportada por el Estado total o par– cialmente. De lo expuesto en cuanto al financiemi.ento para la obra de urbanización de Santiago podemos deducir la siguiente conclusión, cuya aprobación solicitamos del Congreso de Arqui tectura y Urbanismo. cm~msron. Fara que sean una -realidad las obres de mejoramiento que exige la urbanización de la ciudad capital de la República , el Congreso de Arquitectura y Urbanismo acuerda solicitar del Supremo Gobierno y del poder Lec;if;lati"\ro se otorgue a la Uu - nicipalidad de Santiago los recureos y leyes necesarias que le permitan ccnstruir los estable cll.iientos que la ciudad re - quiera para M2taderos, Merca~os, Horno3 Crenatorios, etc. y afrontar los gastos de apertura, ensanche, rectificación y
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