La Catedral de Santiago de Chile: estudio monográfico
desproporcionada, si consideramo los factores s}smicos con el mismo celo gue en la cornisa. Una muestra viva de la grandeza de Toesca la tenemos en las obrqs por él realizadas, entre las que debemos mencionar: la Casa de Moneda, edificio de las cajas, la Casa Consistorial, frontis . de la iglesia catedral, la Merced y San .Juan de Dios. Se le atribuye también la iglesia de Santa Ana. En el año 1799 este varón merítisimo declaraba un poder para testar, otor– gado en Santiago con fecha .5 de junio, pocos días antes de su muerte. Fueron sus deseos ser sepultado en la iglesia de San Francisco. Respecto de la fecha del fallecimiento del ilustre arquitecto, el historiador don Domingo Barros Arana dice que fué en los primeros meses o a mediados del año 1800. La participación que tuvo Toesca en el desarrollo y desenvolvimiento de la arqui– tectura colonial americana fué enorme. Es él, precisamente, quien rompe con el barroquismo imperante en aquella época. La influencia de su maestro Sabatini, como asimismo del círculp por él formado, fué notable. Debemos recordar que Sabatini trajo a su . vez reminiscencias de Palladio, apreciables en sus fachadas de orden gigante. . Con fecha 2 de noviembre se dirige al presid!=!nte don Ambrosio Benavides y al ministro don José de Gálvez, en una comunicación que tiene referencia con la construcción y con las obras encomendadas a Toesca. Al morir éste, _entró, tiempo después, a dirigir la construcción del templÓ el agrimensor general don Juan José de Goycolea, de acuerdo en todo y por todo con los planos ctel insigne romano. . La catedral de Santiago, tras largas intermitencias queda casi concluída en · 1830, con excepción del frontispicio. El hecho de que no se terminara ·entonces, hizo correr la superstición de que no podía ser acabada nunca por c;ausa de una maldición. · En el transcurso del siglo XIX, desde la muerte de Toesca, año 1800, hasta la última refacción del templo hecha por Monseñor Casanova en 1900, hubo una serie de cambios y arreglos, que sin duda han variado las verdaderas y originales intenciones de Toesca con respecto al edificio. En estos continuos cambios tomaron parte también diversos arquitectos, par– ticulares y del gobiernó, ingenieros, maestros de obra, especialistas eclesiásticos, etcétera. Trataremos de ofrecer una reseña cronológi<:;a de ias principales reparaciones, aunque tan sólo en forma sucinta e indicando referencias de aquellas que no llegaron a realizarse, quedando sólo en los planos. E.n el año 1845, siendo Arzo– bispo Monseñor Rafael Valentín Valdivieso y Arquitecto el señor José Vicente Larraín, se procedió a dividir el patio de los fnaranjos en dos partes, dando lugar · a la construcción de oficinas de la Capilla del Sagrario y de la Capilla del San– tísimo Sacramento (legajo 28, N9 40 del Archivo Arzobispal), construcciones que se harían posteriormente. A seis años de esta fecha, el 2 de abril de 1851, un temblor hace estragos en Santiago. Dos días después, el 4 de abril, una comisión mandada por el Gobierno daba cuenta al Obispo ·de la diócesis de los destrozos causados por el citado temblor: ':Las dos_ ventanas rect~ngulares de la ca~edral -dice ésta- que miran al Palac10 Arzobispal y otra de Igual clas.e que da vista a la Plaza.., necesitan con uraen– cia se las asegure con umbrales y éstos sostenidos por fuertes puntales que impidan el. m~vimiento ql!e han tomado las _dobelas del arco adobelado que las forman prmcipalmente en una de las dos pnmeras". · "En cuanto al interior de la Catedral, la opinión de la comisión es que en la n,av~ d; l Pala~io Arzobispal, el arco cinco, contado desde la Plaza, el sexto y e~ s,eptuno, necesitan de compostura; pe:o. ~1 octavo, no~~r;o y décimo es impe– nosisimo apuntalarlos, por amenazar, a JUIClO de la comis10n, eminente peligro". 18
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