Casas patronales : conjuntos arquitectónicos rurales v.2

HACIENDA DE LA COMPAÑIA En el año 1595, la hacienda de Rancagua, llamada des– pués de La Compañía, pasó a poder de los Jesuitas gra– cias a la donación que hicieron los capitanes Andrés de Torquemada y Agustín Briceño. La pequeña hacienda se transformó en el período en que estuvo en poder de la Orden -a través de donaciones y adquisiciones– en una gran estancia de 9.000 cuadras de terrenos pla– nos y más de 80.000 de "serranías". Vinculada poste– riormente al Mayorazgo Toro Zambrano, permaneció indivisa hasta el año 1897. La hacienda de La Compañía era en el momento del extrañamiento de la Orden, el más importante estable– cimiento agrícola, ganadero e industrial de la región central. Los rubros de producción fueron las "matanzas" y su industrialización que se realizaba en un espacioso patio de trabajo, galpón, ramada y curti– duría, molienda de trigo en molino propio, viñas, lagar y bodega de elaboración y almacenamiento de vinos . Las casas patronales se levantaban en el centro de la hacienda, con un vasto programa que comprendía la iglesia, el patio principal con los aposentos de los reli– giosos y criados, el patio de la cocina con "los cuartos de los negros casados", patio de matanzas, graneros y bodegas, lagar, molino, corral de encierro, etc. Del vasto conjunto de construcciones sólo existe hoy la iglesia; aunque transformada exteriormente conserva parte de su alhajamiento primitivo. El retablo de su al– tar mayor, es una de las obras más notables del barro– co jesuítico en Chile. 230

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