Casas patronales : conjuntos arquitectónicos rurales v.2

Chequén que pertenecía a la Compañía, pero adscrita a la Casa de ejercicios de la Ollería. Al término de los 3 años, la hacienda fue nuevamente arrendada por el mismo período a Salvador de Trucíos . El t~rcero fue Ju– lián de Almarza , desde 1774 y por el término de 2 años, y en 1776 se hizo cargo Lorenzo de la Torre, por el pla– zo de 6 años. Ante el deterioro que experimentaron los edificios de la hacienda, como también los cultivos y la ganadería, la Junta de Temporalidades decidió su venta dada la alarmante disminución del valor del arriendo que de 2.500 pesos en 1767, había bajado a 1.500 pesos en 1776, y el 28 de diciembre de 1783 se procedió a su re– mate públ ico adquiriéndola don Francisco Ruiz Tagle, en la suma de 3.000 pesos. Su heredero, Manuel Tagle Torrequemada, se hizo cargo posteriormente de ella, circunscrib iendo su explotación a labores agrícolas y ganaderas. En el año 1840, la hacienda pasa a poder de Don Francisco Ruiz-Tagle Portales y finalmente es le– gada por éste al Presbítero Joaquín Ruiz-Tagle Larraín quien, a su muerte, hizo entrega en 1912 de la parte correspondiente a las edificaciones y parque a sus an– tiguos dueños, los jesuitas. LAS CASAS A diferencia de los conjuntos rurales de propiedad fa– miliar, que alcanzaron su fase de mayor desarrollo en el siglo XIX, esto había ocurrido casi cien años antes en Calera de Tango, según se desprende de un plano de 1767 que se conserva en la Biblioteca Nacional. (7) A pesar de las transformaciones y de las mutilaciones de algunos de sus patios, se mantiene la presencia de un vasto conjunto de edificios horizontales, organiza– dos en torno a distintos espacios abiertos interiores, pe– ro que generan una envolvente cerrada al exterior . Las Casas presentaban, a fines del siglo XVIII, un frente continuo de más de 200m . de largo, hacia la explana– da, a la que sólo se abrían los portones del patio princi– pal, de la iglesia y del patio de los hornos que hacía las veces de entrada de servicio. El trazado estrictamente ortogonal delineaba 11 patios de dimensiones variables: el 1° de la iglesia y puerta 106 principal de acceso ; el ·2° de las habitacion~s de los padres; el 3° servía a la matanza; el 4° servía al obraje de paños, de las bayetas y sayales; el 5° para la cocina y los hornos de amasijo; el 6° para los sirvientes y sus familiares; el 7° era el de la recogida; el 8° era el corral de animales; el 9° era de platería ; el 10°, patio del batanero, donde estaba el batán; el 11 ° correspon– día a la arboleda y gallinero. Un eje norte sur alineaba los tres primeros patios, que eran los principales, con dimensiones cercanas a. 50 m. por lado cada uno. La comunicación se hacía a través de zaguanes ubicados en el centro de los volúmenes, lo que permitía una cierta perspectiva desde el acceso hasta el patio de Las Ramadas, manteniendo al mismo t iempo la privacidad de cada uno de ellos . Rodeado de corredores, el patio de la residencia de los religiosos,, con las celdas, el refectorio y la sala capitu– lar, se ha conservado afortunadamente en buenas con– diciones. Conviene señalar que las habitaciones no estaban des– tinadas a una función determinada y todas presenta– ban un aspecto similar ya que los escasos progresos técnicos hasta entonces alcanzados en la industria no requerían para su funcionamiento de dependencias con características propias y sólo necesitaban de un lu– gar adecuado tanto en magnitud como en ubicación . Los talleres que allí se establecieron no demandaban para su ejercicio de fisonomías especiales, bastando que contuvieran los artefactos necesarios como ser hor– nos, fraguas, etc. La única maquinaria mecanizada que poseyeron (el batán) también era movida por métodos rudimentarios, el agua de un canal. Los lugares de faenas agropecuarias poseen algunas características que las distinguen de l resto de las edifi– caciones, como ser la transparencia de los elementos que las componen; lo que lleva incluida la idea de una mayor relación con el exterior . En cambio las bodegas y demás dependencias que sirvieron para el acondi– cionamiento de las diferentes mercaderías y útiles, son recintos cerrados por gruesos muros. Su ubicación es también interesante, ya que se introduce todo este núcleo hacia las zonas de cultivo y pastoreo . Jerarquía, orden, ortogonalidad, horizontalidad, pa-

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