Casas patronales : conjuntos arquitectónicos rurales
Casas de características coloniales. 209. Po/paico. 2 10. Lo Contador. 2 11. Machalí. 21 2. Lo A/to. Casas con elementos estil ísticos incorporados. 213. Orrego Arriba . 2 14. La Mo ranina . 2 15. Las Varillas. 2 16. Quecheregua . Casas con marcadas tendencias de estilo . 217. Callejones. 218. Calle jones. 2 19. Rosas de Chiñigüe. 220. Rosas de Chiñigüe . A fines del siglo XVIII, junto con percib irse el término de la colonialidad americana, se construyen en diver– sos países americanos, algunos importantes edificios públicos en el nuevo estilo de la ilustración , el neoclá– sico , cuyos conceptos espacia les y formales sí tuvieron fuertes repercusiones en el medio urbano nacional , ¡ -- tanto por su identificación con nuestra idiosincrasia co - ) mo por la acertada gestión profesional de los lnge- 1 nieros Militares y de los Arquitectos que realizaron obras consideradas entre las más signif icativas de este per íodo en nuestro continente , " .. .probablemente el de mqyor importancia en la América del Sur, fue el movimiento neoclásico chileno" . (4) . Como ya lo hemos señalado, las Casas Patronales son sin embargo las mismas, espacial y construct ivamente en las dos centurias , introduciendo sólo en la vivienda principal y en la capilla , como concesión a las inquietu– des propias de cada época , algunos cambios menores en lo decorativo y en lo volumétrico, siendo los más notorios los que atañen a los trabajos de carp inter ía de \ puertas y ventanas; jambas y dinteles; pilares, sopan– das y vigas de los corredores, en los que las primeras expresiones de tipo funcional y económico, serán desplazadas por trabajos de mayor complejidad y exi – gencias creativas . A fines del siglo XVIII, numerosas casas de los dueños de las haciendas más prósperas del valle central conta– rán con puertas "barrocas" de tableros rebajados y de inspiración bávara . La evolución más notoria es la de los pilares de los corredores , que en su origen utiliza– ban piezas de limpia escuadría ortogonal , para derivar al pilar troncopiramidal con incisuras horizontales, y fi– nalmente al pilar cilíndrico . Con el neoclásico, las residencias toman mayor altura, las cubiertas se esconden detrás de los antetechos, se construyen miradores para remarcar el acceso, y se ha– ce uso más estricto de la simetría . Rejas lanceoladas y pilares cilíndricos acanalados que rematan en un re– medo de capitel, completan los ajustes formales que se introducen en el edificio princ ipal de los conjuntos ru– rales . ( 1) Márque z de la Plata , Fernando: Op. Cit. pág. 22. (2) Pérez Oval/e, Ja vier: "La Encomienda de Catapilco ". Ed . A. Be llo. Santiago , 1979. Pág . 33. (3) Larra ín , Carlos J.: "Parques tradicionales ch ilenos". Boletín de la Academia Chilena de la Historia- 1956, N° 54 . Pág . 102. (4) Gutiérrez, José Ramón: "Arquitectura del siglo XIX". Univer– sidad de l Norte . Argen tina, 1979, pág. 19. 89
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