Casas patronales : conjuntos arquitectónicos rurales

UBICACION LA ZONA En el período histórico en el que se establecen y de– sarrollan los conjuntos rurales de las casas patronales , siglos XVIII y XIX, y por lo tanto en el nivel de los recur– sos técnicos y humanos con los que se contaba en esa época, las posibilidades de una producción agrope– cuaria e x itosa estaban esencialmente condicionadas , por la coincidencia geográfica de un relieve , un cl ima y una calidad de suelos adecuados. Las tierras ubicadas en llanuras y valles, con suelos for– mados por capas de sedimentos aluvionados de te xtura liviana y de buen drenaje, beneficiadas por un clima templado, con variaciones de temperaturas y precipi– taciones entre la estación seca y la lluviosa (ciclo del desarrollo vegetal ), eran las que en definitiva se consi – deraban las más adecuadas y propicias . Debido espe– cialmente a su long itud meridional , la presencia en Chile en forma simultánea o individual de estos tres factores adquiere connotac iones distintas a lo que su– cede en otros países americanos . Una necesariamente breve descripción de nuestro terri– torio nos lleva a visualizar en este sentido tres gran– des zonas : el norte con características de meseta desér– tica de altura media y alta, de clima seco , y en la épo– ca de verano con precipitaciones de importancia en la zona del alt iplano ; el centro , de clima templado y régi – men lluvioso regular , con numerosos ríos que recorren valles y llanuras; y el sur, de abundantes lluv ias que originan e xtensos lagos, y donde el valle que se e x– tiende de mar a cordillera formando una alfombra ver– de, a veces húmeda y barrosa , se transforma en islotes y archipiélagos en su e xtremo austral. De estos tres sectores , abundaremos en el central que se e xtiende desde la Cuarta Región , lím ite de los de– siertos nortinos, hasta la Octava Reg ión 81 sur del Bíobío, y que fuera el adoptado preferentemente po r españoles y criollos para establecer el régimen econ ó– mico de base agrícola que dio origen a las grandes ha– ciendas y a sus asentamientos poblaciones conocidos como " Casas Patronales", ya que cumplía con las ca– racterísticas y recursos para un buen desarrollo agrope– cuario . Sin duda que hay que agregar a lo a nterior o tras 1mpor– tantes causales que moti varon esta elección , como ser ciertas situaciones ambientales que resultaban simil a - 6 res al de algunas regiones de la madre pa tria, como Andalucía y Extremadura, y la e x istencia de mano de obra, " tendremos que al norte del Bío-Bío se conserva– ban todavía (1595) setenta y dos mil indígenas entre grandes y pequeños" . (1 ). EL CLIMA Las corrientes de Humboldt y Grunther que bordean el litoral de la zona , y la presencia invariable de la gran cordillera , generan un ciclo de penetración de los vien– tos del oeste que regula y suaviza las temperaturas y las precipitaciones , exi stiendo, sin embargo, dentro de la misma región considerada en general como de cli– ma templado , algunas variantes importantes. Los valles transversa les desde Coquimbo al Aconcagua cuentan con un clima estepárico de escasas precipita– ciones invernales, pero con nubosidades que arrastra– das por los vientos de la costa dan origen a micro– sectores aptos para cierto tipo de actividades agrícolas. En cambio al sur del Aconcagua el clima se define co– mo mediterráneo (templado), con mayor pluviosidad y fuertes diferencias de temperatura entre el día y la noche . Tanto al norte como al sur del Aconcagua se producen en invierno importantes nevadas cordillera– nas, que constituyen las reservas que alimentan los cauces en el período seco . Si bien el clima y los recursos de riego caracterizan a esta zona central como propicia para la agricultura, no podría decirse lo mismo del relieve del total del sec– tor, ya que las tres franjas topográficas que la confor– man , la cordillera de los Andes, la de la Costa y la pla– nicie central , presentan condiciones diferentes. ( 1) Enrich , Francisco. O .S. l. " Historio de Lo Compañía de Jesús en Chile " . Imp . de Feo . Rosal · Barcelona, 1891.