Casas patronales : conjuntos arquitectónicos rurales
jaban en ella . Viviendas unifamiliares, aisladas y rodea– das por un jardín y un huerto individual , en una con– cepción muy distinta a la de otras explotaciones cam– pesinas americanas, con claras connotaciones raciales . Estas viviendas individuales que eran parte obligada del sistema, han desaparecido en muchos casos como consecuencia de las nuevas técn icas de explotación, y de los cambios sociales a nivel del campesinado. Sin embargo en otras ocasiones, su presencia arquitectóni– ca sigue aún vigente , contribuyendo a la conservación del sentido espacial unitario de los conjuntos arquitec– tónicos rurales. Descritas en términos muy generales, estas complejas edificaciones adquirieron corrientemente su completa expresión arquitectónica, por medio de un fluido y con– tinuado proceso de construcciones realizadas en distin– tas épocas. Sin pretender establecer tipologías específicas, el estu– dio histórico, planimétrico, constructivo y formal reali– zado en torno a un número importante de levanta– mientos de casas de ubicación muy diversa, que se incluyen en la segunda parte de esta publicación, nos ha llevado a estimar que existen algunas etapas carac– terísticas en su crecimiento gue serían : el núcleo base de la vivienda patronal, los 'edificios que envuelven al corralón, y finalmente la construcción de nuevas de– pendencias para la casa principal. El proceso descrito resulta consecuente con una necesi – dad primaria de habitación, seguida por afanes pro– ductivos y religiosos, para completarse más adelante con las ampliaciones necesarias de la viv ienda origi– nal . Superando una primera instalación provisorio o aban– donando una construcción obsoleta por encontrarse en malas condiciones o por satisfacer ya las exigencias de una familia propietaria de un predio agrícola en franco proceso de explotación, se inicia la construcción de lo que será La Casa definitiva de la Hacienda, que consti – tuye el núcleo de partida para todo el conjunto . Será un volumen largo, algo levantado sobre el terre– no, de una sola crujía, con corredores, rematando a ve– ces en una o dos alas perpendiculares. Más adelante se construyen bodegas, galpones de tra– bajo, y la Capilla, para todo lo cual se ha reservado el terreno suficiente entre la explanada y la construcción original. 18 11 . Lo Arcaya, valle de Pirque, e volución de la vivienda princi– pal . Finalmente se realizarán los tramos que enlazan entre sí los edificios ya construidos, agregando nuevas de– pendencias privadas y de servicio, según la importan– cia social y económica de los propietarios, y la necesi– dad de contar con una planta física adecuada para un autoabastecimiento de las necesidades materiales y espirituales, no sólo de la familia propietaria, sino del total de la comunidad de la Hacienda, por lo que los conjuntos más alejados de los escasos centros urbanos de importancia, fueron los que alcanzaron una mayor extensión y complejidad en sus edificaciones. Con lo que hemos señalado en relación a la estructura general de estos conjuntos, se hace aconsejable, que para su mejor comprensión, establezcamos criterios re– lativos a funcionalidad , espacialidad, y formas, que nos permitan analizar de manera adecuada sus aspec– tos particulares y significativos . (3) Bladh C. E.: " La República de Chile ". 1821 - 1828. Imp. Uni ver– so. Santiago, 7957 . Pág . 149. (4) Mac Bride, Jorge : Ob . citada. (5) Guarda, Gabriel: "Historia Urbana del Reino de Chile ". Edit. A. Bello . Santiago, 1978. Pág. 158.
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