Arquitectura tradicional de Osorno y La Unión

LA UNION La fundación de La Unión, como afirmamos anteriormente debe inscribirse como última acción en el gran proceso de conquista y explotación de las ricas tierras de Los Llanos, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, cuando se cons– tituyen las vastas terratenencias que van a constituirse en la base económica "de una apreciable cantidad de familias que puede estimarse es la actividad exclusiva". (18) Los antecedentes de su fundación pueden encontrarse, tanc to en la misión de Dagllipulli (actual Rapaco) como en la villa "contígua al fuerte de Alcudia" fundada por el Gober– nador O'H iggins en el año 1796, después de "verificada la repoblación de Osorno" y para llenar el "vacío considera– ble entre aquel discrito y el de Valdivia". (19) Al no prosperar la Villa de San José de Alcudia, subsistió la necesidad de contar con un centro poblado en la zona; pero la solución se fue postergando con los acontecimien– tos conexos de la guerra de la independencia. A partir del año 1820 se elevaron una serie de solicitudes al Gobierno de la República pidiendo la fundación de una villa. Como estas gestiones no prosperaran "la H. Asamblea Provincial de Valdivia, que reunida en Julio de 1827, decretó la ofi– cial formación de una villa en el terreno nombrado Llano de Negrón, con el nombre "Villa Libre de San Juan". (20) Sin embargo, la villa no logró existencia real hasta el año 1843, esta vez en otros terrenos, los situados en la unión de los ríos Llollelhue y Radimani, y otro nombre San José de la Unión. (21). La memoria dellntenderrte Sanfuentes, fechada en el año 1846, es el mejor testimonio de la real i– dad de la villa a tres años de la fundación en su emplaza– miento definitivo: "tiene ocho calles de N. a S. con diez i seis varas de ancho, i sin nombre todavía, por no hallarse pobladas. No son tampoco empedradas, pero sólo se for– man pantanos en ellas durante el invierno. Tiene treinta i cinco casas y una plaza principal". (22) Junto a la plaza se habían construido los edificios públicos, realzando así su carácter jerarqu izador y central. La iglesia de 50 varas de largo y 16 de ancho, de tres naves, estructu– rada en madera de pell ín y techada con tablas de alerce; el Cabildo y la Cárcel, ambos edificios en madera, con las mismas características constructivas. A pesar de este dinamismo inicial, la ciudad no prosperó hasta la llegada de los alemanes, debido a la dificultad de "atraer a los vecinos de la jurisdicción que diseminados en sus propios fundos en cómodas casas, preferían continuar desde allí la dirección de sus faenas agrícolas". (23). Estos se establecieron a partir de 1855, siendo en su mayoría ar- Plaza de la Concordia, alrededor de 1900 . La Misión de Dagllipulli en 1835 (Atlas de C. Gay) La plaza con las construcciones del año 1846 Estación de Ferrocarril, 1907

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