Ciudades y arquitectura portuaria: los puertos mayores del litoral chileno
comercio mayorista especializado y oficinas navieras. Una ciudad portuaria agrega a los edificios propios de una del interior, otros varios que son necesarios para atender las características particulares de sus actividades. La morfología y el lenguaje formal de la arquitectura de los puertos pudo derivar, en consecuencia, hacia una volumetría heterogénea y dispar. Pero el pragmatismo de los usuarios y constructores, muchos de ellos de cultura europea, y el relativamente corto plazo de unos cincuenta años de gestación, se concertaron para lograr una estética urbana armónica y con pocas disonancias. Las plazas de !quique y Punta Arenas, la plaza Sotomayor y lo que fuera el entorno de la plaza Victoria antes de 1906, son buenos ejemplos de una edificación equilibrada a escala del espacio central, aunque los estilos arquitectónicos difieran de uno a otro edificio. Algo similar a lo anterior, se puede apreciar en algunas avenidas, calles y áreas residenciales, en las que predomina un paisaje urbano acogedor enmarcado por hermosos tesumomos. Las callejuelas y escalinatas de los cerros Alegre y Concepción en Valparaíso, las del cerro Fuentes en Talcahuano, el sector oriente de la calle Urmeneta en Puerto Montt, las avenidas Independencia y General Baquedano de Punta Arenas e !quique, la calle Aldunate de Coquimbo y el barrio histórico deAntofagasta, son sectores reconocidamente representativos de la arquitectura tradicional de los puertos, aunque por cierto no son los únicos. Una parte significativa de la tradición se origina en las últimas décadas del 1800, cuando una amplia gama de profesionales, funcionarios, obreros calificados y extranjeros avencidados, se alejaron de los sectores centrales y portuarios, liderando con la edificación de sus residencias la ocupación de los cerros de Valparaíso, Talcahuano, Puerto Montt y, en menor grado, de Coquimbo y PuntaArenas. En !quique yAntofagasta la migración se produjo hacia los terrenos periféricos al núcleo cívico y marítimo . Las viviendas que se construyeron en esas décadas podrían definirse como de clase media alta y baja, manteniendo ciertos padrones comunes de diseño a lo largo de todo el litoral . En su mayoría, fueron y son construcciones con estructuras de tabiquerías de madera, al igual que sus revestimientos interiores, cielos, pisos, puertas y ventanas. Las cubiertas son de zinc (fierro galvanizado) importado originalmente desde Inglaterra, con pendientes a dos aguas, salvo en !quique y Antofagasta donde las azoteas son planas, en el supuesto de que allí prácticamente no llueve. El zinc substituyó a los sistemas pioneros de tablazón y tejuelas, primero en los techos y después en los forros exteriores de los muros, perforados simétricamente por las ventanas de guillotina enmarcadas con pilastras y cabezales recortados. Con algunas variantes compositivas, la vivienda tradicional del litoral chileno es esencialmente un producto maderero, material con el que se ejecuta la mayor parte de sus elementos . Son casas de uno o varios pisos, con pasillos y sin patios abiertos . Acostumbrados a las escaleras empinadas de los barcos, los desniveles para la gente de mar se salvan con facilidad. 73
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