Ciudades y arquitectura portuaria: los puertos mayores del litoral chileno

C APÍTULO IV ARQUITECTURA EN !QUIQUE, ANTOFAGASTA, COQUIMBO, VALPARAÍSO, TALCAHUANO, PUERTO MONTT Y PUNTA ARENAS LA VIVIENDA TRADICIONAL La visión más generalizada que se tiene de la arquitectura de las ciudades portuarias es la del conjunto de pintorescas construcciones que se superponen unas a otras, cubriendo los faldeos desde los cuales se domina mejor el espacio marítimo en el que se concentra el movimiento de los barcos. La imagen alcanza su mayor intensidad en Valparaíso, repitiéndose con distintos grados de expresividad en Coquimbo, Talcahuano, Puerto Montt, Punta Arenas y otras poblaciones menores del litoral central y sur. Hacia el norte, el farellón que contiene al desierto en !quique y Antofagasta es demasiado abrupto para ser poblado, pero contribuye espacialmente a configurar una suerte de anfiteatro que contiene la planta edificada. En contraste con las ciudades de los valles del interior, tal señal de identificación es perfectamente válida. Sin embargo, al interior de esta imagen global existen situaciones complejas con variados matices de pragmatismo y eclecticismo formal, que son parte esencial del carácter unitario de la arquitectura portuaria. En su acepción latina, el término tradicional implica una noticia o conocimiento, que se comunica por relación sucesiva de unas a otras generaciones. En el campo de la arquitectura es posible interpretar esta transmisión a lo menos en dos situaciones objetivas . Una de ellas se traduce en la presencia histórica de una cierta manera de construir un edificio, que sucesivas generaciones repiten introduciéndole variantes menores, funcionales, técnicas y formales . La permanencia de determinados modelos en el tiempo está vinculada a una eficiencia ya comprobada, sin riesgos, por lo tanto, para un nuevo usuano . En algún momento del pasado se fueron conjugando recursos humanos y materiales para desarrollar un diseño tipológico, como respuesta a un determinado medio geográ– fico, ajustado tanto a la capacidad económica como a la particular sensibilidad de un grupo social . En resumen, un modelo ante el cual un usuario potencial pudiera decir: esta casa que ya conozco es la que necesito, puedo financiar y además me gusta. Igual razonamiento es válido para la realización de una escuela, iglesia, bodega, fortificación, museo, etc. 71

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