Ciudades y arquitectura portuaria: los puertos mayores del litoral chileno

~~ ;§' (> ... ARCHIVO DE 'f ~~ ARQUITE o~" ,.., ;::; CTURA ·- c::c e VALPARAÍSO ~ 'O CHILENA f ·.! c:>-0!: ~ ~~ {=' ('J -?1"./t¡~torla 'l (/'b ~~ Valparaíso constituye a primera vista una excepción en el contexto de los puertos. Ífú'Jtectut"a '\ cuanto a crecimiento no fue regulado por un plan ordenador aplicado desde su fundación, o en algún momento renovador. Esta particularidad se hace patente en el momento de incluirlo o integrarlo en una lectura urbana simultánea con las otras ciudades portuarias nacionales. No se intenta en este trabajo hacer un cuadro histórico del desarrollo urbano de Valparaíso, a pesar de que existe una abundante documentación planimétrica y de estudios especializados. Para ello sería necesaria una investigación específica y de largo aliento. Aun así es posible, con los antecedentes planimétricos reunidos y la bibliografía consultada, hacer algunas afirmaciones de orden general en torno al origen y perfil de su espacialidad urbana. Una primera acotación es la falta aparente de un momento crítico de modernización del orden urbano y de la ausencia efectiva del rigor geométrico en su diseño espacial. La explicación de la inexistencia tanto del damero como de un plan regulador al iniciar su desarrollo después de la Independencia, puede estar en su dinámica de crecimiento, que no podía detenerse para hacer un orden urbano general. La población subió de 2.000 habitantes en 1810 a casi 60.000 en 1854 y en mayor proporción el movimiento de transporte marítimo. Otra interpretación para esta «anomalía», podría ser la incapacidad de las posibilidades del diseño urbano de la época para ordenar un proceso complejo desde todo punto de vista incluido una sociedad fuertemente individualista. Los historiadores coinciden, en general, en que Valparaíso «hacia 1830 ya no es una modesta caleta sino un centro comercial cosmopolita, aunque con una sola calle» 4 , y que entre 1860 y 1880 «se desarrolla la época dorada del puerto, incluyendo su saneamiento, hermoseamiento y equipamiento». El seguimiento histórico de su arquitectura permite afirmar que en este aspecto la mejor época de Valparaíso fueron las últimas décadas del siglo XIX y principios del XX, pese a los efectos negativos del terremoto de 1906. Consumado el proceso independentista, en marzo de 1817 el puerto se reabre al comercio internacional, ya que nunca estuvo cerrado al cabotaje interno. A fines de este año la rada recibe un número cada vez mayor de veleros extranjeros . Adicionalmente estuvieron los aprestos de la primera escuadra nacional y los embarques de las tropas y pertrechos para el Ejército Libertador del Perú. Quedó atrás en pocos meses la parsimonia colonial. Aumentaron rápidamente los productos a embarcar y desembarcar, y el dinero circulante. También los marineros y comerciantes, concentrados en el viejo sector portuario, a los pies de la iglesia éie La Matriz y alrededor del primer edificio construido para los servicios de aduana. Desde aquí, una única calle, merecedora de ser llamada así, se deslizaba entre la playa y los cerros hacia las quimas del Almendral y los caminos a Quillota y Santiago . No tardaron algunos ingleses en instalarse en puntos estratégicos de los cerros (Moum Pleasam o cerro Alegre) y la gente modesta en los bordes de las quebradas de Santo 59

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