Ciudades y arquitectura portuaria: los puertos mayores del litoral chileno

CAPíTULO III LAS CIUDADES PUERTOS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX EL ESPACIO URBANO El variado paisaje urbano de las ciudades portuarias no proviene solamente del pintores– quismo atribuible a sus emplazamientos en el borde de mar, casi siempre en terrenos con declives, o de su arquitectura particular. Hay también otras coordenadas más difíciles de percibir que se originan en un ordenamiento y estructura espacial diferente al de las ciudades de origen agrícola, que constituyen la mayoría en el mundo americano de origen hispano . Ya se ha señalado lo manifiesto de esta situación en los centros urbanos del territorio comprendido entre el río Copiapó y el Seno de Reloncaví. Con excepción de los villorios agrícolas y mineros, la mayoría de las urbanizaciones de los valles transversales y del valle central se atuvieron originalmente al trazado de damero o cuadrícula adoptado por los alarifes coloniales, a instancias de las autoridades políticas locales. No es esta la ocasión para constatar la originalidad, razón de ser, ventajas e inconvenientes, de las ciudades indianas, como se las denomina. Sin necesidad de recurrir a los planos de algunas de ellas que se conservan en el Archivo de Indias, basta con observar una guía de turismo para apreciar la monotonía de las cuadrículas que en torno a la plaza principal conforman el tejido de las calles del sector central y originario de Copiapó, La Serena, Santiago, Rancagua, Curicó, Chillán, Concepción, La Unión, Villarrica, Temuco, etc. Espacialmente, las ciudades del interior se estructuraron desde su origen rodeando con manzanas la plaza mayor, como en el caso de la Plaza deArmas de Santiago, próximas al cauce de un río que las proveía del agua necesaria y a un otero en el cual levantar algún santuario o un puesto defensivo. Con la adición de una alameda perimetral, tales características predominaron en sus componentes urbanos hasta la crisis demográfica posterior a la década 1920-30 . Fuertes resabios de este arraigado tipo de diseño del período colonial se incorporaron a las ciudades portuarias del litoral chileno. Salvo en el caso de Puerto Montt, en que Pérez Rosales y sus primeros colonos adoptaron la cuadrícula para su implantación en el área de Melipulli, todas las restantes pasaron desde mediados del siglo XlX por un momento de saneamiento y racionalización, lo que suponía para sus mandantes y habitantes repetir el modelo paradigmático de la capital. Las improvisadas e irregulares agrupaciones de calles y construcciones de los primeros tiempos de Coquimbo, Valparaíso y T alcahuano, así como los embriones de los poblamientos iniciales de !quique, Antofagasta y Punta 48

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