Ciudades y arquitectura portuaria: los puertos mayores del litoral chileno

Darwin describió asimismo, los efectos del terremoto en T alcahuano en 1835. Destruido por completo, el lugar quedó en total abandono hasta una década más tarde, cuando el descubrimiento de minas de carbón en las cercanías dio pie a un repunte económico y al aumento de la actividad comercial. En el contexto de las malas condiciones de los más activos asentamientos costeros en las primeras décadas de transición republicana, incluyendo los de Chiloé, Valparaíso fue la excepción. Entre 181 O y 1854 sus moradores aumentaron de 5.000 a 55.000. Son cifras globales , pero que avalan la necesaria existencia de un ente urbano consolidado, en el que destacaba la arquitectura de la iglesia del Salvador (La Matriz) y el viejo edificio de la aduana con su embarcadero. Hacia 1850 Valparaíso era ya una ciudad portuaria. Aunque sin las instalaciones técnicas adecuadas, con embarcaderos y muelles insuficientes, estaba bien provista de bodegas y almacenes privados regulados, para las mercaderías en tránsito (Fig. 19) . «¿Qué productos se recibían para la internación y/o bodegaj'e? Según Bladh, de los puertos del norte se recibía cocoa, sombreros de paja, pastillas, cigarros, pieles, lanas, café, pisco , maíz, índigo, alimentos, drogas, sal, salitre, oro y plata. Cabe hacer notar que el primer café costarricense llegado a Liverpool en 1826 registraba como último puerto a Valparaíso. De los puertos del norte de Chile llegaban lingotes de cobre, barras de plata, cueros, charqui y frutas secas; desde los del sur, trigo, troncos, mástiles_, madera, vino, licores, caballos, burros, mulas, charqui, cueros, sebo, j¡¡.bón y mariscos, mientras que de Chiloé se enviaban jamones, charqui, sebo y jabón. Las mercancías procedentes del Atlántico eran de una amplia gama: yerba mate y tabaco de BuenosAires, Paraguay y Río Grande; café y azúcar del centro y norte del Brasil. De los Estados Unidos se recibían muebles, tocuyo, harina, jamones, carnes saladas, Figura 19 45