Ciudades y arquitectura portuaria: los puertos mayores del litoral chileno

Aunque podían hacerlo, y de hecho lo hicieron en varias ocasiones, el ejercicio de la arquitectura no fue una tarea primordial para los ingenieros militares encargados de las fortificaciones portuarias, como tampoco lo fueron los problemas urbanos. Sus construc– ciones en este sentido no tuvieron mayores proyecciones para Valparaíso y T alcahuano. Quedó de esta manera el campo abierto y sin limitaciones para recrear a partir de la Independencia tanto la espacialidad urbana como el lenguaje arquitectónico. Entrando en el siglo XIX de los siete puertos que se investigaron, únicamente en Valparaíso y Talcahuano el movimiento portuario se hacía cada vez más sólido y diversificado, aunque con perfiles urbanos más cercanos al de aldeas fortificadas que al de ciudades . Algún movimiento anotaban también !quique y Coquimbo, dedicados a la exportación de minerales . Ambas radas adquirieron una cierta consistencia urbana sólo a partir de 1830. Para !quique fue la fecha del primer embarque directo de salitre a Europa, sin pasar por El Callao. Para Coquimbo fue el momento de construir sus primeras viviendas y depósitos como consecuencia de las exportaciones de cobre y de la producción de plata y oro provenientes de los laboreos del interior (Fig. 18). Figura 18 De los antecedentes que se han señalado se desprende que tanto en Talcahuano como en Coquimbo e !quique, y en menor grado en Valparaíso, no hubo en tiempos de la administración española aportaciones urbanas y arquitectónicas definidas que constitu– yeran un vínculo tradicional que pudiera proyectarse hacia el futuro de estos asentamientos del litoral chileno . 43

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