Ciudades y arquitectura portuaria: los puertos mayores del litoral chileno
Los efectos más permanentes de tan inesperada y completa derrota de los conquis– tadores se tradujeron en la reocupación en el valle central de los refugiados provenientes del sur, así como el refuerzo poblacional de Chiloé. Santiago se consolidó además como capital y Concepción adquiijó el carácter de avanzada fronteriza en el conflicto con los araucanos . En la etapa siguiente, en el transcurrir del siglo XVII y parte del XVIII , se acentuó y expandió la explotación agrícola y ganadera de la zona central, con importantes consecuencias políticas, sociales y económicas para el futuro. La Capitanía experimentó un fuerte proceso de ruralización estructurado por el entramado de las grandes haciendas polivalentes, que concentraron en latifundios las mercedes de tierras otorgadas por la corona. Salvo Quillota en el valle del Aconcagua, y probablemente Belén y Camiña en el norte grande, hasta mediados del siglo no hubo nuevas fundaciones oficiales . No obstante, numerosos pueblos doctrineros (a cargo de un misionero o cura) y asentamientos espontáneos estaban ya establecidos en lugares que permitían la subsistencia de un núcleo poblacional. La guerra de Arauco, por vía directa o indirecta, salvo el caso de Santiago, restringió hasta aproximadamente 1750 el rol protagónico de las ciudades como instrumentos de apropiación espacial y cultural, dando paso a una sociedad agrícola y minera de carácter predominantemente rural. En este contexto, en el que incluso las ciudades del interior no constituían, con la excepción de Santiago, sitios urbanos significativos, no debe extrañar el escaso progreso que mostraban los contados caseríos establecidos en la costa a principios del siglo XVIII. Cierto es que un conjunto heterogéneo y desordenado de construcciones, al alero del imponente aunque frágil castillo de San José, anunciaba ya en cierta medida un futuro promisorio para Valparaíso (Fig.3). Pero transcurridos ciento cincuenta años de ocupa– ción, sólo en la primitiva Concepción (Penco) se había estructurado un sitio urbano con plaza mayor, cabildo, catedral, varios conventos y algunas manzanas con viviendas (Fig.4) . Su destrucción, ocasionada por un terremoto con salida de mar en 1751, obligó a trasladar a la mayor parte de la población a su actual emplazamiento, desplazando hacia Talcahuano únicamente las actividades navieras, limitando sin necesidad, las proyeccio– nes futuras del mejor fondeadero ubicado en las orillas de la bahía más frecuentada del litoral de la Capitanía. Figura 3 17
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