La producción de música popular en Chile

son poco queridos por su público; que el público chileno es a veces muy ingrato. Esto es verdad, y creo que eso es parte del problema. Porque aquí, en Chile, se cree que la creación intelectual crece en los árboles, y que alguien, alguien la paga, pero yo no. Creo que es impor tante decir esto; la propiedad intelectual, en Chile, en la medida que sea burlada, que no sea respetada, no va a permitir nunca que el artista levante la cabeza; por que en la medida que el artista no puede recibir su remu neración justa, está obligado a trabajar en condiciones deplorables; esta obligado a aceptar cualquier trabajo, le guste o no le guste; está obligado a crear al gusto de otro. Hay quienes me han preguntado muchas veces: ¿Quién con­ trata los cantantes, los compositores, los números musi­ cales en Sábados Gigantes, y bajó qué criterio se hace?. Bueno, ese es el gran misterio. Pero en la medida que yo no tengo trabajo y me llaman de Sábados Gigantes, yo voy a estar obligada a ir a cantar c a componer lo que ellos quieren que yo componga. ¿Por qué?: porque ese es el camino único que yo tengo para trabajar. Por qué? porque el gran éxito que yo he tenido de difusión no me ha sido pagado. Yo llevo 18 años de éxito en Chile, y sin embargo, vivo en forma bastante precaria. Puede ser divertido que yo hable de cosas personales y de mal gus­ to, pero se trata de decir la verdad. Si yo en un país cualquiera hubiese tenido el éxito de difusión que he

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=