La producción de música popular en Chile

estaba gustando la música que le ofrecía la T.Y. y la radio. Por otra parte, creo que los cancioneros han servido para que estas mismas canciones empiecen a circular del modo más simple y primitivo que es de voz en voz. Me ha tocado la experiencia, de ver en viajes al Sur, a jóve­ nes que tocan canciones, no conocen ni el autor de las canciones y menos conocen La Bicicleta; indagando, me he dado cuenta que se la enseñó un amigo de un amigo, de un amigo que la sacó de La Bicicleta; de eso me doy cuenta por los acordes. Entonces, yo creo que esos han sido, principalmente, los dos aportes de La Bicicleta; creo que a la larga son bas tante importantes. Porque creo que La Bicicleta es una de las pocas revistas latinoamericanas (conozco dos o tres más, como Canta Rock, Nueva Viola, Album de Oro en México) que han ido dejando testimonios de el cancionero popular latinoamericano, de la nueva canción específica­ mente . Como dije al principio, la revista corre la misma suer­ te que este tipo de música. Es decir, específicamente del mercado. Así como se re-graban los cassettes y hay piratería en eso, a nuestro nivel nos pasa exactamente lo mismo. La revista la compra un joven y la leen diez; o la fotocopian, pues resulta bastante más barato; así que, de ese modo hemos ayudado a la difusión, pero, al

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=