La producción de música popular en Chile

Y, la gente, a su ves, que hace video clip por fuera, está todavía muy en blanco. Yo vi, y me encantó, el pro ceso con el grupo Los Prisioneros. El video de Los Pri­ sioneros, comparativamente con las cosas de afuera era mucho más bajo. Pero yo creo que lo importante era que habían hecho un video. Yo personalmente edité toda una parte mala desde el punto de vista técnico, le agregué imágenes que yo me conseguí para que salieran adelante. Y lo dieron. Pero todo ese esfuerzo que ellos hicieron, que estuvieron a lo mejor tres meses trabajándolo, salió una vez, o a lo más dos. Y eso es todo. Se supone que la T.V. es una de las fuentes para promo- cionar ciertas cosas, pero ningún movimiento nacional chi leño puede salir si no hay grabaciones de discos. Por ejemplo, hay una periodista ahí sentada, que canta muy bien, yo fui a su recital, ha ido a Sábados Gigantes. El otro día un diario decía que era la mejor voz de Chile. Pero si no graba, está muerta. Porque si la radio no le da difusión, la T.V. jamás se la va a poder dar; si yo a la T.V. la llevo cuatro veces a la semana, no es nada, en comparación a una cosa periódica de la radio. Enton­ ces, lo primero para crear un movimiento nacional, es la unidad entre los canta-autores. Lo segundo, es el gra­ bar discos, es el entregar material. Que Pirincho pueda llenar 1C programas al día de música chilena, que no ten ga que hacer milagros; yo lo viví con Firincho, porque, claro, tenemos un cassette, pero resulta que si tu nece­ sitas colocar 10 cassettes no puedes. Y por último, una

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