Curso de arquitectura : escrito en francés para el Instituto Nacional de Chile

" TOSCA Tomás Vicente. Compendio Mathemático. Tomo v. Comprende Arquitectura Civil, Montea y Cantería, Arquitectura Militar, Pirotechnia y Artillería. En Valencia, por Vicente Cabrera. 171 2. 15 BAILS Benito. Elementos de Matemática. Tomo 1x que trata de la Arquitectura Civil. Madrid, Joachim lbarra impresor, 1783. ' 6 GUTI ÉRREZ Ramón. El siglo XIX americano. Entre el desconcierto y la dependencia cu ltural. En Pintura, Escultura y Fotografía en lberoamérica, siglos x1x y xx". Ed. Cátedra. Madrid. 1997. los Monumentos antiguos y de los diversos Tratados de Arquitectura que tienen autoridad". En definitiva: Teoría y dominio del Dibujo eran las bases de la enseñanza academicista en Europa. La limitación de los aspectos constructivos habría de generar por una parte el alineamiento entre las "Tres nobles y bellas artes", pero también, el surgimiento de la Ingeniería Civil. Andrés Bello respondía a la propuesta de Brunet sugiriendo integrar la visión artística a los estudios de las Matemáticas que se impartían desde 1843. En rigor este planteo venía a articular a la arquitectura con el viejo tronco de los conocimientos matemáticos, tradición que venía del mundo de los artesanos y del dominio empírico del oficio. Esta posición se manifestó durante el siglo xv111 en la edición de los "Compendios Matemáticos" como el del Padre Vicente Tosca (Valencia 1712, reeditado hasta 1794) que incluía un Tomo dedicado a la "Arquitectura recta y oblicua"(siguiendo en este último aspecto las consideraciones de Caramuel) 14 . Más notable es el hecho de que un académico de San Fernando de Madrid -exponente de lo ilustrado- como Benito Bails , realizara el el último tercio del xv111 sus Tratados de Arquitectura Civil y de Arquitectura Hidraúlica dentro de sus "Elementos de Matemáticas" que editara sucesivamente en los años 1783, 1796 y 1804 (Tomos IX y x respectivamente) 15 . La ciencia del debe ser y la sabiduría de lo posible Andrés Bello parecía con sus prevenciones conocer las riesgos de una evasión intelectual que había sublimado la disquisición teórica abandonando la ejercitación concreta del oficio. En este sentido la Academia española había sido una "Máquina de impedir perfecta" : ningún proyecto de obra enviado desde América había sido aprobado en la corte y ningún diseño de la Academia logró conc luirse en América 16 . Por ello su recomendac ión de dar cursos de arte a los Agrimen sores o a los que tuvieran formación Matemática apuntaba a unir el 41