Curso de arquitectura : escrito en francés para el Instituto Nacional de Chile

-245...,... sillas deben ser nogTas o de un g·ris obscuro con tinte del color complementario del color del gt·is del entapizado. En fin, si se quisiese mas contrastes se podria recurrir a los tonos subidos de este complementa1io del color del tinte gris del entapizado. DEL SURTil\IIENTO DE LAS TELAS CON LAS MADERAS DE LOS MUEBLES PARA SENTARSE. Es menester distinguir dos casos: o se quiere sacar el mayor partido posible de los colores haciéndolos valer el uno por el otro, o considerando la tela i la madera como un mismo objeto, no se toma en cuenta mas que el color de la tela con relacion al de los objetos que con el mue– ble deben componer el amuehlado. En el primer ca– so es menester a1·monia de contraste entr~ las dos partes del mueble, la tela i la madera ; i en el segundo armonía de análogos. Primer caso : Las telas violada. azules con las maderas amarillas como las de naranjo o limon, de raiz de fresno. Las telas verdes con maderas rosadas o color caoba. Las grises, violadas o azules vanjgualmente bien con las maderas amarillas, como las grises, verdosas con las ma– ,deras rojas. Pero, para obtener el mas bello efecto posi– ble, es menester tomar en consideracion el contraste re– sultante de la altura del tono . .Las armonías de contraste de tono se obtienen taro– bien muí bien con la madera de jacarandá, por ejemplo, i con las telas claras. Se les puede emplear taml>ien con co– lores intensos muí resaltantes, como el punzó, el .escar– lata, ~1 aurora i el color fuego, etc. Para las armonias de análogos el jacarandá, a causa de su color subido, puede ser empleado con telas obscu– J'as. En este caso puede unirse bien con los tonos more– nos del rojo, del azul, del verde i del violado; pero las maderas entónces deberá n ser sin incrustaciones blancas

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