Curso de arquitectura : escrito en francés para el Instituto Nacional de Chile

-186- do las arcadas, se admira el enlace de Jas bóvedas, la li– jereza, o si se quiere, el atrevimiento de su construccion; pero respecto de lo grieg·o o romano, i apesar de todo el mérito, de toda la belleza de los edificios católicos reli- . jiosos, en vano se buscaria aquella lei c~mstante, que fija de un modo casi invariable la relacion de la columna i de su capitel, de su·basa, de su cornisamento i de sn ·pe– destal ; i en· efecto, este principio no puede ser escrito del mismo modo en una arquitectura cuyos elementos constitutivos son tan desemejantes. P~~o en cuanto .a re– laciones, en 'Cuant-o a ciertos principios, en cuanto a re– glas, las composiciones arquitectónicas de la Edad-Me– dia no carecen de ellas absolutamente. Interrogados·es– tos monumentos sin prevencion p<;>r un espidtu anal~ti­ co, responderán victoriosamente, i de este coqcienzudo estudió sald.rá un- sistema de relaciones entre las partes llenas i v-acias, rejido por leyes que en ninguna e parte son desconoc~das. Mas aun, se reconocerá,.con respecto a la construocion, a las difi.culta~es que ésta. presenta, por .el empleo..de· materiales de pequeña dimension, que losar- .-quitectos ,de la Edad-Media tienen -su mérito, tienen una ciencia que sus antepasado.s ignoraban completamente, favorecidos como lo eran por materiales inmensosi de una calidad superior a los empleados ~neralment.e .en las ig-lesias i conventos de la Edad-Media. ·· . En cuanto. al principio .de órden, tal como está e.sci:ito en los .monumentos griegos i romanos, con los desarrolh>s i modificaciones que lo han fijado i hecho aplicable .a ~asi todos los pueblos, no ha tenido por único creador ese ins– ti.nto que por todas partes ha enseñado a cortar i juntar piedras, sino que ha nacido de una comb~nacion preexis– tente, cuyos principales datos adoptó. Este fué · .su o~i­ jen; asila madera que en Grecia compuso los primeros edificios, pr.odujo allí un compuesto por el ensamble de las piezas i se hallaron subordinadas a relaciones na– turalmente unüormes por todas partes. De aqui resultó aquella regularidad de la construccion en piedra que debió