Curso de arquitectura : escrito en francés para el Instituto Nacional de Chile

- Ü3ó- En Ejiptó, grandeza i solidez, fuel'On las cm\lidades que la relijion babia, no decimos permitido sino o1·denado. A.lli se hallan, es verdad, columnas divet·samente mode~ ladas, capiteles variados i aun mui diversificados en ::sus formas; pe1·o nunca se ha observado que ·se haya e~ta· blccido una lei, una relacion constante entt·c lns formas i los ornamentos de tal capitel, i la confot·macion o la coronacion de tal columna; jamas, en fin, una proporcion necesaria entre la altura del capitel i la de la columna. Así, .se vé un capitel de follajes i de muchas hileras de hojas sobre la misma columna, cualquiera que sec~ el es– pesor o la esveltcza de eJia. El exceso de sencillez i de uniformidad rutinera se opusieron, en la arquitectura ejipcia, al descubrimiento de un sistema de relaciones, a la vez fijas en sus princi– pios i variables en sus aplicaciones, segun las diferencias de carácter i de ideas que el arte quiere expresar. La atquitectura impropiamente llamada gótica (aun– que los· godos nada han inventado), nació en la Edad– Media, de padre i madre inciertos, siendo ha...ta ahora mui controvertible la cuestion de ol'ijen de la forma que la caracteriza. Pero los elementos constitutivos de esta arquitectura no carecen, para el que la ha e:;;tudiado, de relaciones i proporciones, las cuales, aunque alejándose mucho de la arquitectura griega o romana no dejan de ser aparentes, claras i precisas en b.s composiciones grandiosas i de un efecto sorprendente, creadas en Eu– ropa por las congregaciones relijiosas, que parecen ha– berlas monopolizado entre sus m&.nos, sin sa·car otro par– tido de los laicos que el de la ejecucion manual; quedán– dose éstos ignorantes de las reglas practicadas por los maestros de las obras vivas. Sin embnrg·o, es menester estenderse sobre el valor de la palabra órde:n, aplicada en arquitectura a las propor– ciones griegas i romanas. Cuando se entra en una iglesia de la Edad-~edia, se advierte al instante la disposicion n~gular de los pilares 24