Más comunidad más prevención: manual para gestión local de seguridad

• Focalización Territorial: Especificar tanto como sea posible (Dónde?). Sectores, barrios, calles, veredas, par- ques, residencias, escuelas u otros, en los cuales se concentren los principales delitos, violencias y/o conflic- tos focalizados previamente. • Focalización por Grupo (Quiénes?): victimarios/ víctimas; mujer/ hombre; rangos etáreos; lugar de residencia; actividades rutinarias y motivos de desplazamiento; intereses, valores, emociones y creencias que motivan sus conductas; recursos de los que disponen; otros que puedan ser relevantes. Una vez focalizados los principales problemas, territorios y grupos prioritarios, se deberán recomendar iniciativas de control policial y preventivas que, coordinadas desde un enfoque integrativo, puedan hacer frente al crimen y la violencia que experimenta habitualmente el territorio local. Para recomendar iniciativas preventivas, se sugiere leer Apéndice I, F. Orientaciones para elaborar una propuesta de estrategia local en seguridad ciudadana, en la cual se presenta información conceptual sobre niveles, modelos y programas preventivos. A3.6. Orientaciones para elaborar una propuesta de estrategia local en seguridad ciudadana Aunque en este Manual se ha concluido que existen varias motivaciones para abordar el crimen y la violencia desde el enfoque preventivo y que la respuesta tradicional desde el ámbito penal o punitivo por sí sola no es suficiente; ello no significa que propongamos eliminar el sistema penal, o que aseguremos que la prevención por sí sola soluciona todo el problema. Para abordar la complejidad del delito y la violencia debemos trabajar en varios frentes, integrando diversas acciones. Con frecuencia escuchamos que existe una polaridad entre hacer estrategias de prevención o control, sobre todo desde los planteamientos teóricos. No obstante, en la práctica la contraposición es artificial, puesto que los actores encargados del control o represión del delito y de la prevención necesitan de la coordinación y enten- dimiento mutuo. La coordinación plantea una serie de desafíos para los actores involucrados en las políticas de seguridad (policía, gobierno municipal, ONG, etc.), por ejemplo, a la hora de aunar criterios y esfuerzos entre instituciones diversas. En algunos casos, las tensiones que se generan pueden implicar opciones divergentes. Por ejemplo, la participación de la policía en programas preventivos, en el caso de la violencia juvenil, debe tener límites claros: el policía que trabaja de día en programas deportivos, probablemente en otros turnos tendrá que detener a los mismos jóvenes, para evitar que esto sea visto como una contradicción por la comunidad es im- portante que el policía sea transparente sobre sus distintas tareas y sea respetuoso de la ley –no cometa abusos-. En otras palabras, es recomendable que los actores involucrados en los programas tengan roles flexibles pero claros (explícitos) respecto de la prevención y control del delito. Apéndice 3 - Instrumentos diagnósticos para la focalización de iniciativas en Seguridad Ciudadana. 168 Manual: Más Comunidad Más Prevención

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