Más comunidad más prevención: manual para gestión local de seguridad

Manual: Más Comunidad Más Prevención 101 Capítulo II. Optimizando la gestión local de la seguridad ciudadana Cuando los líderes políticos y de gobierno no conducen el clima de opinión, los medios de comunicación llenan los vacíos fijando agenda informativa que se caracteriza por aumentar el tiempo dedicado a la prensa roja. Vivi- mos en un mundo en donde la ausencia de liderazgos se traduce en que los medios “conduzcan” la opinión sin que nadie la articule (….) Esto le entrega más poder a los medios y a los intereses que estos representan. Pero lejos de ser responsabilidad de los medios es responsabilidad del sistema político que produce esos vacíos de liderazgo (Dammert & Lagos, 2012). La falta de conducción política del clima de opinión esconde una paradoja “en una sociedad democrática, el miedo al crimen instalado como problema público no favorece al poder público, sino que lo damnifica” (Dam- mert & Lagos, 2012, pág. 27). Esto sucede porque a mayor temor, mayores son las demandas por seguridad, y como consecuencia, los gobiernos suelen responder con mayor control. Esto se refleja en el aumento de los pre- supuestos en seguridad pública orientados a reformas institucionales y adquisición de tecnologías de control, endurecimiento de sistemas penales, disminución de la edad de imputabilidad penal y aumento de la población penitenciaria. Esta tendencia hacia el populismo penal ha estado y está presente tanto en movimientos políticos de derecha como de izquierda, debido a que está en las personas y no en el sistema. Estas medidas no sólo no resuelven el problema, sino que también implican mayores costos económicos, y cuando la promesa no se cum- ple, erosiona la legitimidad y la confianza en las instituciones públicas. Esto a su vez erosiona la gobernabilidad (Dammert & Lagos, 2012, pág. 35). Los países acostumbrados históricamente a altos niveles de violencia perciben en menor medida el aumento o la importancia del problema, mien- tras que países acostumbrados históricamente a muy bajos niveles perciben en gran medida cual- quier variación (Dammert & Lagos, 2012, pág. 32). Esto se debe a que la percepción y opinión de las personas de un país frente a distintos te- mas está determinada por tres factores: El punto de partida o posición original , que consiste en las condiciones internas e históricas de un país, que constituyen una mirada del mun- do que lleva a las personas a posicionar el lugar que los distintos temas ocupan. La velocidad de cambio que afecta las expec- tativas. La evolución del número de víctimas, cuando la cantidad de víctimas aumenta noto- riamente y tiene gran cobertura por los medios de comunicación, es posible que el sentimiento En la primera versión del Plan de Cultura Ciudadana en Bogotá (1995), se buscó armonizar la ley, moral y cultura, y se le dio principal énfasis a la regulación“no coactiva”resolviendo todos los obstáculos legales y logísticos que hacían difícil el ejercicio de autoridad. Se implementaron programas como: el diseño adecuado de espacios urbanos, la deliberación pública o en público sobre la racionalidad y justicia de las normas en la protección de bienes comunes; y acciones dirigidas a la conciencia mediante una“comunicación intensificada”, realizada por el propio alcalde en distintos medios de comunicación de masas. Se transmitieron los mensajes“una decisión administrativa visible”y la idea de“una moral y cultura aceptables, son aquellas legalmente válidas”. Esta última estrategia de“liderazgo”en los medios, es lo que explicaría porque resulta tan difícil exportar el programa de Cultura Ciudadana y que obtenga los mismos resultados exitosos. El éxito de esta estrategia se debe principalmente, a que el alcalde ponía a la ciudad en una especie de tensión deliberativa (Bromberg & Gomescásseres, 2009)

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