La industria editorial y el libro en Chile (1930-1984) : (ensayo de interpretación de una crisis)

¿ 9 Ahora bien, esta activación estatal ¿no vendría acaso a n e u ­ tralizar los planteamientos que hacíamos al examinar el pe - ríodo previo de la industria del libro? ¿Es que la matriz cul tural ilu'minista --que antes coaptaba la intervención del E s ­ tado— desaparece como por arte de magia con el advenimiento del gobierno de Allende? Nada de eso. La matriz no sólo sigue operando sino que inclu so explica algunas de las limitaciones y alcances de la-polí­ tica editorial que se implemento. Explica, en primer lugar, la propia ''opción quimantú", una opción que si bien partió de una lógica económica, a poco andar fue canalizando los m a y o ­ res esfuerzos culturales del gobierno y de los intelectuales que lo apoyaban, en desmedro de haberlos canalizado en activ^ dades no cultas de la vida intelectual, en áreas pr obablemen­ te más decisivas para la disputa que se estaba llevando a cá- bo (como los medios de comunicación, fundaméntalmente la por entonces recién masificada T.V.). Tras la "opción Quimantú" hay por ende una sobrevaloración "cultural" del pr od uc to -l i­ bro, una visión iluminista de la c u lt ur a1que la enfatiza co­ mo alta cultura, como un legado al que se accede sólo a tra­ vés de ciertos objetos capaces de contenerla, en especial los libros. Explica también la política de una editora estatal, que más que servir de cauce a los nuevos espacios culturales que se crean, se propone satisfacer necesidadés pre-definidas desde el Estado y los partidos, llevando a cabo una redistri­ bución del capital cultural que ya poseía la sociedad. Una política editorial que partía del supuesto de una nación ho m o ­ génea, y que apuntaba a hacer del individuo un intelectual u ­ niversal más bien que específico. La matriz iluminista explica además"el que se haya activado' una política editorial en sentido.estrecho, es decir, excl u­ sivamente a través de la industria estatal y para las necesi dades formativas de la población. En efecto, a pesar de que 1972 fue al Año Internacional del Libro (38), y a nivel de discurso se planteó todo un programa de fomento — con crédi- institucionalizó la celebración del Día del Li­ las escuelas del país'y promovió además'un ex: nsigna "libros para todos1? (38) En Chile el Ministerio de Educación bro, el 29 de Noviembre, para todas tenso programa de trabajo con la co

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