La industria editorial y el libro en Chile (1930-1984) : (ensayo de interpretación de una crisis)

44 les y políticos que conforman el bloque de gobierno. Se tra­ ta de una voz mapuche, que apunta a la idea de un Estado pro tector del patrimonio cultural nacional; voz que etimológica­ mente (k i m : saber, conocer; antu: sol) se refiere a la idea de acceso de las mayorías a los libros, y en general a la cyl tura. Tras esta óptica común (en la que presionan sectores medios y populares) subyace una concepción congruenté con el proyecto global de profundización democrática del gobierno. Se está también así, de alguna manera, cerrando el desfase ; que existía entre la producción de libros y lo que el Estado "docente" venía haciendo desde la década del 40 en el Campo de la educación y en áreas artísticas subvencionadas- como la del teatro. Esta línea "e xt en si on is ta", én la que hay consenso, se p a t e n ­ tiza en 1971 en la Colección Quimantú para todos; colección formada en su mayor parte por” tTtulos consagrados de la lite ratura universal y chilena — Hambre de Knut Ham'sum e Hijo de Ladrón de Manuel Rojas, por ejemplo-- títulos editados en tirajes de 50.000 ejemplares y distribuidos a precios popula res. En las otras tres colecciones que operan en 1971 --Nosotros los c h i l e n o s , Camino Abierto y Cuadernos de Educación Po pu­ lar -- sucede algo diferente. Con la Co le cc ió n”7rÑosotrós los chilenos" se apunta a la constitución de una identidad cultural nacional, en que se reparen las .exclusiones del p a ­ sado y en que el patrimonio popular --tradicionalmente p o s ­ tergado-- ingrese al canon vivo de la sociedad chilena. Es te propósito de la colección adquiere, empero, rasgos diver­ sos al concretarse: hay algunos títulos tras los cuales sub­ yace una concepción de lo popular como aquella identidad que se va forjando en la lucha ('"Historia de las poblaciones c a ­ llampas", "La lucha por la tierra", "Las grandes masacres", "El movimiento obrero", "Yo vi nacer y morir los pueblos sa­ litreros"); hay títulos que están más bien animados por una concepción étnico-geográfica de lo p o p u l a r ("Los araucanos", "Chiloé,^archipiélago mágico"); en otros subyace una concep ción romántica próxima al' exotismo y al pintoresquismo ("Car los Hollander, el navegante de la calle de la bombilla", "El volantinero Guillermo Prado Catalán", "Los picasales de V a l ­ paraíso"); hay títulos, por último, de divulgación de co no­ cimientos y alta cultura ("Poesía Chilena", "Historia del Ci ne Chileno", " G e o g r a f í a 1humana de Chile") y otros que se a-~

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