La industria editorial y el libro en Chile (1930-1984) : (ensayo de interpretación de una crisis)

43 tal obedece, entonces, a una lógica económica que privilegia los cambios de propiedad y la e s t a t i z a c i ó n . Quimantú no esca pa, por ende, a dos de los grandes problemas a que se vieron enfrentadas las empresas del área s o c i a l (35) : 1) El celo de los distintos partidos de gobierno por mantener una suerte de equilibrio de influencias en la empresa y, en general, en el aparato estatal, y 2) La pérdida de calidad en la gestión y manejo de la empresa. Al primero de estos aspectos se v i n c u ­ la una práctica de "cuoteo" que incide en diversos niveles, desde la contratación de un ascensorista basta la producción editorial. El segundo aspecto se manifiesta --sobre todo a partir de 1972-- en una tendencia a subestimar los fenómenos de finaneiamiento y mercado (36). Estos aspectos -— que fueron comunes a las empresas del áreá- social— van a.adquirir, con todo, su especificidad en la medida que la lógica económica va siendo refuncionalizada por una política cultural y por una estrategia de fomento del li bro. "No siempre es malo que una empresa tenga pérdidas si se están cumpliendo otros objetivos como es llegar a una .gran masa de lectores*' dice la minuta de una Asam bl ea de Quimantú realizada en 1972. Desde esta perspectiva — y en parte ta m­ bién gracias a los factores me nc io na do s— Quimantú se trans forma en el principal aparato de producción y reproducción de arte bajo control del Estado. En los dos últimos años de la Unidad Popular realiza una producción verdaderamente masiva de libros, una producción que no sólo se erige en alternati­ va frente a las editoriales del sector privado, sino que ade más las afecta y va generando nuevas dinámicas en la distri­ bución y en el consumo de libros en el país. El nombre de la editorial ya es significativo como indicio de una dimensión en que coinciden los distintos sectores socia- (35) Sergio Bitar, Transición, socialismo y democracia. La experiencia chilena, México, 1979, pág;. 53 y ss págs. 118 y ss. " . ; ' ' (36) Si gaiendo la dinámica de Zig-Zag, Quimantú imprime en 1971 más de 3.000.000 de revis tas por mes para terceros, con lo que logra financiarse. Desde 1972, en cambio, la capacidad instalada es utilizada fundamentalmente en libros de la propia editorial. Por otra parte, el personal aumenta desde menos de 1.000 en 1971 a oerca de 1.600 en 1973.

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