La industria editorial y el libro en Chile (1930-1984) : (ensayo de interpretación de una crisis)

99 respecto a la segunda clase de libros resulta significativa 1'a colección de 100 Best Sellers importados por Andina y Ove ja Negra. Entre sus títulos destacan Raíces de Alex Haley, Love Story de Erich Segal, Exodo de León Uris, Tiburón de Pe ter Benchley, Krairíer contra Kramer de Avery Corman, La gue­ rra de las galaxias de George Lucas, El regreso del Jedi de James Kalrn, Aeropuerto de Arthur Hailey y En busca del arca perd ida de Campbell Black. La frase con que se promueve ‘la colección dice, textualmente, "Novelas para revivir lo vi s­ to en el Cine y la Televisión". Resulta también paradoja! que un proyecto promovido por una editorial venezolana y o­ tra colombiana, no incluya entre los 100 títulos escogidos ni una sola obra de autor latinoamericano. Es cierto que en el plano del producto hay excepciones, como el caso de la serie "Testimonios" de la Revista Hoy, en que los títulos escogidos son novedades y libros v i v o s T 9 3 ) , con temas y autores relevantes a la realidad ch il e n a . y .latinoa­ mericana. La tendencia general, empero, privilegia textos funcionales a la educación y subordinados a la industria del esparcimiento. En este sentido la lógica mercantil implica un distanciamiento de la creatividad, y agrava el problema de los mensajes creativos (y de los escritores) que carecen de canales de salida, y a los que sólo les .queda la opción de las au t o e d i c i o n e s . En cuanto al producto, se perfila, enton ces, el enorme desafío de corregir los desequilibrios que se dan en el mercado de ofertas de bienes culturales. DE LA CIRCULACION El.hecho de que en los kioskos de Santiago se obsequian ac­ tualmente cerca de 600.000 libros al mes y se vendan sobre; 300.000 — mientras que la venta en librerías apenas sobrepa- J93j G.B. de T. lectora” de la Revista Hoy en carta a la revista escribe; "Felicitaciones por el libro. Su lectura me trajo a la mente un pensamiento de V.G. Rossi según el cual hay libros vivos y libros muertos. Los libros vivos son los que la gente lee; los H bros muertos son los que la gente no lee, aunque los críticos sigan hablando de ellos como si fueran vivos". Hoy, 372, septiembre, 1984.

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