La industria editorial y el libro en Chile (1930-1984) : (ensayo de interpretación de una crisis)

3 - tes no han sido ni con mucho fundamentales? ¿Al utili zar la perspectiva de industria cultural en un campo en que ésta no ha existido, o se ha hecho presente só lo en los últimos años', no estaríamos tal vez convir­ tiendo esa categoría en un desiderátum?. ¿Y qué hay de la cosificación y la desacralización del arte y la cul tura que ella acarrea? ¿Pero, los acarrea realmente? ¿Y en qué grado? ¿No existe acaso, también, la necesi­ dad histórica de desarrollar y orientar esa industria, tal como ha sido necesario desarrollar la' agro-indus­ tria y la industria de la pesca? No pretendemos exami nar a fondo estas cuestiones, sólo interesa plantear­ las, y señalar, de paso, que este trabajo puede en cier ta medida leerse como un intento de tensionar el enfo que de la industria editorial (la "kultu-rindustrie” de Theodor A d o r n o ) en términos- de periferia, y en un ámbi to distinto a la sociedad post-industrial en que ese enfoque se gestó. b) Con respecto a la segunda interrogante — desde hace va rias d é c a d a s (5)-- todos los sectores coinciden .en. a­ firmar que el estancamiento de la industria tiene como causa fundamental la ausencia de una política de fomen to al libro por parte del Estado. En efecto,- si se examina el panorama de la producción editorial en Chi­ le se puede constatar que su época de oro va de poco después de 1930 hasta alrededor de 1950, y que luego, al no recibir un trato fiscal y económico preferencial5 (5) Joaquín Almendros op.cit. se queja en 1958 de la falta de apoyo por parte del Estado. Compara el caso de Chile con Argentina, donde a raíz de la depresión de los años 1947— 48 la industria editorial fue subvencionada con préstamos preferénciales y un cambio privilegiado para la compra de papel. Almendros proporciona una lista de gravámenes y trámites burocráticos vigentes, termina solicitándo al Estado facilidades crediti­ cias, excensión de impuestos por 5 años y una tarifa postal reducida para la. circuía- sion de libros. ...... ........ .................... En marzo de 1973, en un encuentro sobre el libro realizado en la Casa de la Cultura del Ministerio de Educación, los editores y escritores hicieron peticiones similares a las de Almendros, agregándole — según el modelo español— la creación de un Instituto Chile­ no del Libro. En 1977, en las Jornadas del libro y la cultura, Sergio Araos, representante de la Aso­ ciación de Impresores, vuelve a plantear la necesidad de franquicias tributarias y de u n tratamiento especial para el libro. Algunos participantes señalan también como cau­ sales de la depresión editorial al alto costo de-la producción de libros, la pérdida del hábito de lectura, la importancia creciente de la televisión,etc. En lo sustancial, em­ pero, subsiste el "lobby" ante el Estado por un trato preferencial.

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