Judith Butler en Chile y en la Chile

22 – – 23 Judith Butler 13 Estoy muy contenta y honrada de estar aquí en Santiago y dirigirles la palabra a ustedes con ocasión de este nuevo Centro de Humanidades. Estoy muy agra- decida de Pablo Oyarzún y Nelly Richard por invitarme a este evento. ¿Qué quiere decir, en este momento de la historia, la celebración de las hu- manidades y cómo imaginamos el futuro de las humanidades? Considero que se trata de preguntas centrales en una ocasión como esta. Por cierto, en las humanidades muchos de nuestros proyectos empiezan con preguntas y ya este solo hecho es importante. El modo en que formulamos una pregunta nos da de antemano algún sentido de la respuesta que podríamos esperar. Así, la pregunta de cómo imaginar el futuro de las humanidades encierra una serie de preguntas igualmente urgentes. ¿Cómo imaginamos el futuro? ¿Podemos siquiera imaginar el futuro? ¿O se ha convertido el futuro en el nombre de lo que ya no puede ser imaginado, o quizás de lo que jamás ha podido ser ima- ginado? ¿Hay algo, por ejemplo, de inimaginable en todo futuro posible sobre el que pudiésemos hablar? Si esto es cierto, entonces pareciera ser que es pre- cisamente porque el futuro no está enteramente predicho. Tal vez podemos predecir con alguna sensación de confianza lo que pueda deparar el futuro, pero jamás se dará el caso de que el futuro sea completamente predecible. Esta posible insuficiencia o límite cierto nos dice que el futuro siempre es, en algún grado, impredecible. Y cuando lo impredecible desaparece, no hay futu- ro. Así, bajo condiciones de cambio climático y acrecentado militarismo, de la destrucción de la selva tropical y la intensificación de la pobreza y la precarie- dad, de la violencia en contra de los migrantes, las mujeres, los transexuales y travestis, podríamos llegar a la conclusión de que no hay futuro o de que el fu- turo parece ser simplemente una reproducción de la violencia y desigualdad. Pero si decimos esto, hemos renunciado al futuro, porque hemos tomado el momento presente, una parte del momento presente, y hemos generalizado sobre la base de ese momento, permitiendo que el momento de desesperanza política se reproduzca incesantemente en nombre del futuro. Me he desviado de mi tarea, pero tal vez esta era mi tarea todo el tiempo. Si preguntamos qué futuro podemos imaginar para las humanidades, entonces 13 Filósofa. Académica de la Universidad de California en Berkeley y autora, entre muchos otros libros, de El género en disputa y Cuerpos que importan. “CRÍTICA, DISENSO Y EL FUTURO DE LAS HUMANIDADES”

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