Judith Butler en Chile y en la Chile

20 – – 21 ella encarna, desde luego, y para decir algo, voy a plantear un tema que está fuera de su ámbito de experticia y en el que no tengo cómo fallar, que tiene que ver con la ciencia. Nuestros sistemas perceptuales son la visión, el oído, el tacto y tantos otros, los que fueron desarro- llándose a lo largo de la evolución porque fueron cruciales para la adaptación al entorno, pero hay cosas muy interesantes que no percibimos y que también son muy importantes para nosotros, y no deja de ser relevante, por ejemplo, que la experien- cia de Hiroshima, Nagasaki, de Chernóbil, corres- pondan a hitos en los que hay una energía de un efecto enorme, que es la energía nuclear, para la cual nosotros no tenemos receptores porque nun- ca, en la historia natural, nos vimos enfrentados a ella, nunca tuvimos una presión selectiva para captarla. Obviamente, lo digo como metáfora de las muchas cosas que son tremendamente decisi- vas, pero que en determinado momento no hemos sido capaces de percibir; de la radiación nos damos cuenta cuando nos quema, pero no antes, no cuan- do estuvimos expuestos a ella. Creo que parte del tremendo aporte de Judith But- ler es ayudarnos a percibir, darnos receptores in- telectuales para entender los fenómenos que nos determinan y que tienen una muy profunda in- fluencia en nuestra cotidianidad. Se trata de ma- nifestaciones para las que no hemos desarrollado un sistema perceptivo adecuado que nos permita comprender la tremenda importancia de muchos prejuicios determinantes que hemos tomado como algo natural hasta que ella nos entregó las herramientas teóricas para incorporarlos, anali- zarlos, criticarlos y asumirlos. Muchísimas gracias a Judith y muchísimas gracias a ustedes, al Centro, por este gran aporte. “Creo que parte del tremendo aporte de Judith Butler es ayudarnos a percibir, darnos receptores intelectuales para entender los fenómenos que nos determinan y que tienen una muy profunda influencia en nuestra cotidianidad”.

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