Notas sobre arte y movimiento social [1973-83]

12 político— no puede ser usada en el sentido de pretender para el arte un papel que le haga negar su capacidad de interpela­ ción directa, de identificación simple a través de sus signos cristalizados, sino de reclamar y reconocer para aquel la mul­ tiplicidad de dimensiones que contiene: el arte puede ser signo cristalizado, forma de conocimiento, de expresión, de crítica, de cuestionamiento de lo real y de presentación de imposibles, de juego. Puede, en este sentido, cumplir una función políti­ ca, ideológica, de conocimiento, de predicción, movilización o adormecimiento y, en definitiva, todas y ninguna de ellas. Fte conocer para aquél sólo una de estas funciones, sería negar la riqueza de una de las prácticas más sustantivas del ser humano. POR EL ARTE Como práctica cultural, el arte es forma de expresión, comuni cación, conocimiento, juego. Sin embargo el mensaje artístico no es sustituible por otras formas de expresión simbólica, da­ da su particular modo de aprehensión de la realidad y su len­ guaje específico: el mensaje artístico es ambiguo y abierto;a- pela a lo racional al tiempo que a lo emocional y sensitivo; revela lo real pero también tensiona hacia lo imaginario y lo utópico; actúa --tanto en el acto de creación como en el de lectura-- en un tránsito permanente entre lo subjetivo y lo objetivo. La práctica artística juega — como lo ha demostrado con clari­ dad en estos años de autoritarismo— un papel importante en la construcción de identidad, en la capacidad de reconocimiento,

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