Notas sobre arte y movimiento social [1973-83]

8 LA RECONSTRUCCION DE LO PEQUEÑO Se abre entonces una etapa donde las identidades históricas su fren un proceso de readecuación. Allí el arte juega, nueva - mente, un papel destacado, como elemento que muestra y diferen cia. Asume una perspectiva más dinámica, donde la dimensión cristalizada abre paso a una función de conocimiento y expre­ sión de la realidad o realidades fragmentarias, que ayuda en este proceso de reconstitución de identidad. En términos del movimiento social, se vuelve a espacios más sectoriales. Correlativamente, en lo artístico se segmentan "públicos" y expresiones: en el caso del movimiento de la can­ ción, se produce una diferenciación entre un canto más "juve­ nil" y la expresión más tradicional (folklore, canción popular tradicional). Comienzan a surgir formas más propias y especí­ ficas de ciertos sujetos en constitución; por ejemplo, un can­ to más propio de la juventud universitaria; un canto más cerca no a los jóvenes pobladores. El discurso artístico adiciona otras dimensiones: a lo crista­ lizado, al signo identificable de inmediato, a la alusión, al pasado luminoso que se proyecta — casi sin transición— al fu­ turo; se antepone la indagación de la realidad, sin ya proyec­ to claro y predeterminado; se transita desde el "nosotros" al "yo"; desde el "pueblo" a sectores específicos. Sin duda, es un proceso de desarticulación y construcción acti_ va de nuevas identidades. En este "mirarse para adentro" — que sí cuesta— el arte entrega un modo de aprehensión y conocí -

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