Una casa abierta para Chile: Historia visual de la Casa Central de la Universidad de Chile

Testigo y protagonista del país El Palaciode laUniversidad, nuestraCasaCentral, constituye en suorigenungesto llenode intención, significadoy reafirmación. Debe entenderse como un acto republicanomediante el cual la recién constituida nación quiere cambiar la imagen colonial de la capital. Para ello se traen arquitectos franceses con la doble misión de proyectar los edificios públicos y de formar a los futuros arquitectos de la nación. Es así como Claude François Brunet de Baines proyecta el Edificio del Congreso Nacional, el TeatroMunicipal y crea el cursodeArquitectura. Su sucesor, LucienAmbroise Hénault recibe la tarea de terminar el Congreso y proyectar el Palacio Universitario, el que es concluido por su discípulo chileno FermínVivaceta. El edificio inicia su construcción en el año 1863, veinte años después del discurso de instalación de la universidad y tarda diez añosmás ser ocupado, bajo el rectorado de Manuel Antonio Tocornal. El país en el intertanto ha perdido a Andrés Bello. Sufelizubicaciónenlaveredasurde laAlamedapermiteel edificio ofrecer su cara iluminada. Como si estuviera consciente de todo aquello que la ciudad olvida a sus espaldas, su fachada neoclásica pregunta y enfrenta al espacio público, se yergue serena, abierta, a veces vulnerable. El registro fotográfico que este libro despliega, nosmuestra el edificiode laCasaCentralmás alládel objetoarquitectónico. Las imágenes nos aproximan a la idea de ciudad y a la experiencia de ciudadano que crece y cambia en torno suyo. El aura de la Casa Central justamente remite a aquello, a esa experiencia que cada uno de nosotros guarda y que hoy nutrimos de otras miradas, de otras memorias. Resulta imposible no aproximarse a ella sin considerarla pr imeramente como una vo l untad de expresar arquitectónicamente cuanto el país valoraba este lugar en que “todas las verdades se tocan” y cuanto esperaba de esta institución. Es unprimer gestodeafirmaciónde la relevanciade la cultura y el saber deunpaís. Es elmismo sentidoque tendrán todos esos grandes edificios que comenzarán a construirse a lo largo de Chile para la Educación Pública. Celebremos las fotografías históricas que contiene este libro hasta llegar a la última, que nos ubica en un lugar de inflexión contemporáneo. EnestaCasa sehan idogestando los movimientos sociales desde siempre. También hoy, cuando el país se decide a reconstruir un sistema de educación pública al servicio de la patria entera, con la convicción que la educación es un derecho. La educación pública chilena, con la que este edificio indisolublemente se asocia, es un factor indispensable para lograr la cohesión de nuestra sociedad. Al interior de estos muros, patrimonio del país y deAmérica Latina, ha transitado la razóndemocrática sobre laque se sostieneparte importante del discurso republicano, se han generado los grandes ideales que han impulsado a tanto compatriotas a perseverar en la búsqueda del bien común, la solidaridad y la justicia. Dr. Ennio Vivaldi Rector A 150 años de la primera sesión del claustro pleno de la Universidad en la rotunda del Palacio Universitario (actual Salón de Honor) El lunes 30 demarzo de 1863 inicia la construcción del edificio de“la Universidad” sin apellido por tratarse de la única, la del Estado de Chile, en laAlameda de las Delicias, entre las calles Nueva y Vieja de San Diego, se pensaba como monumental tanto por la solidez de su construcción como por su tamaño. Situado en la columna vertebral de la ciudad capital, antiguo brazo del río Mapocho- nos remite a la historia de los franciscanos que fundaron en él, en 1678, el Colegio de San Diego de Alcalá. La Universidad de Chile, a veinte años de su fundación, no contaba con edificio propio, siendo el Instituto Nacional su sede provisoria entre 1844 y 1850. Esemismo año, el gobierno autorizó los fondos destinados a la construcción del “Palacio de la Universidad”. Un domingo 7 de enero de 1866, Anales de la Universidad de Chile, documenta que el edificio fue ocupado para realizar la sesión solemne del Claustro Pleno en la rotunda del Palacio Universitario, esto es, el actual Salón de Honor. Estaba presente el vice-Patrono de la Universidad el Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, Federico Errázuriz, el Ministro de Guerra Manuel Pinto. Se reúnen en sesión solemne, para rendir homenaje, en medio del conflicto con España, al recientemente fallecido Andrés Bello, rector de la Universidad hasta el 15 de octubre de 1865. Homenajeamos en este libro los símbolos que nos unen, representados en esta Casa Central que hoy se prepara para vivir nuevos siglos para seguir aportando a la narración de una República que, siendo aún joven, nos demanda estar más presentes que nunca. Rafael Epstein Prorrector La Casa donde habita Chile Nuestro país realizó un gesto político importante al destinar los terrenos ocupados por el Colegio de San Diego de Alcalá para la construcción del edificio de la Universidad de Chile, la Universidad del Estado, como señala la postal que sirve de portada a este libro. Así, estas páginas nos devuelven el pasado y nos instalan en el presente. La materialidad de las experiencias contenidas en este espacio nos invita a seguir dialogando, debatiendo, estimulando la construcciónde conocimientopara enriquecer los espacios públicos que se emplazan junto a la ciudadanía. En los cimientos de esta Casa está la Extensión Universitaria como parte de la vida que aquí llevamos.Es una Extensión que construye saberes compartidos con la sociedad. Y es así como la entendemos, tal como lo hacía Amanda Labarca, en 1946, vinculada a una educación comprometida con el espacio público, destacando la necesidad de una “educación que nos habitúe a fraternizar más de verdad; aliviar mejor la miseria, la injusticia y el dolor; una educación que coloque al intelecto como medio y a la ética social como fin, que lejos de exaltar la soberbia egoísta nos induzca a considerarnos parte responsable de un conglomerado en que todos tienen derecho a recibir en justicia, a vivir en dignidad, a crecer en esperanzas”. Esteedificio,desdesulugarenelcentrodeSantiagoymirando al Palacio de Gobierno, es el testimonio de una universidad pública que ha sabido mirar de frente al país y que sigue luchando por cumplir el rol que le fue encomendado desde su fundación: ser un espacio reflexivo, abierto, ciudadano, capaz de acoger y resignificar los debates urgentes que el país quiere dar. Faride Zeran Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones 9

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