Una casa abierta para Chile: Historia visual de la Casa Central de la Universidad de Chile

En el centro cívico de la ciudad de Santiago ha permanecido el corazón de la Universidad de Chile, esto es, su Casa Central, denominación que recibe desde 1943 según documenta la revista Anales . Se habían iniciado el año anterior las celebraciones de su centenario. Para ellos se elaboró un libro que se llamó simplemente Universidad de Chile, 1842-1942 . En él vemos los hitos más relevantes de su historia y las proyecciones futuras en forma de nuevas construcciones como un estadio, la estación de investigación Montemar o una Ciudad Universitaria para dar cabida al aumento progresivo de sus estudiantes. Se documentaban todas las sedes pues, a un siglo, la Universidad se había expandido por la ciudad y el antiguo Palacio Universitario era ahora su Casa Central. Las fotografías estuvieron a cargo de Antonio Quintana. El rector era Juvenal Hernández Jaque, quien dirigió la institución por veinte años (1933-1953) emulando a Andrés Bello en extensión de su mandato y tan significativo como él para dar impulso a la Universidad del nuevo siglo XX. Logró recuperar la estabilidad perdida durante el primer gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, implementando el nuevo estatuto de 1931 que puso en un lugar central el concepto de autonomía universitaria y consolidó las tres funciones de laUniversidad: docencia, investigación y extensión. El emplazamiento del Palacio Universitario en la Alameda de las Delicias, entre las calles de Arturo Prat y San Diego, en los antiguos terrenos ocupados por el Colegio de San Diego de Alcalá, forma parte de los gestos que van contando las tensiones del tránsito no pacífico de lo colonial a lo republicano. Lo público es el contenido de la historia de la construcción de ese nuevo Estado Nacional con todas sus complejidades y contradicciones. El primer censo de la República, del año 1813, registró a un conjunto de instituciones como “casa de objeto público”, concepto que comprendió a las iglesias, conventos y monasterios, cárceles y casas de corrección, hospitales, hospicios, casas de expósitos y fábricas, los cuales en razón de ello podían ser expropiados o redestinados a funciones públicas. El general Ramón Freire, en 1824, había decretado el secuestro de parte de los bienes de las comunidades religiosas y, desde entonces, los edificios del Colegio de SanDiego fueron ocupados sucesivamente por la Casa de Huérfanos, la Cárcel de mujeres y niños (en la esquina de San Diego Viejo), el Cuartel N°1 y Cuartel N°3 (en el sector contiguo a la Iglesia de San Diego). ¿Cuál era el objeto público de la Universidad? Su primer rector, don Andrés Bello, lo señaló en el discurso de instalación, el 17 de septiembre de 1843: el objeto público de la Universidad de Chile sería el de“un cuerpo eminentemente expansivo y propagador”. La ceremonia de instalación se efectuó en los antiguos terrenos de la extinguida Universidad de San Felipe (hoy Teatro Municipal), otro rito de dicha transición. La Universidad está en el centro de esa historia. Así se lo señalaron al “conciudadano Presidente” -Manuel Bulnes- los Senadores José Miguel Irarrázaval y Francisco Bello el 2 de junio 1842: “Los demás proyectos que nos habéis indicado serán sucesiva y oportunamente discutidos. La reorganización de la antigua Universidad era una obra que reclamaban las necesidades de nuestro país y nuestra época” 1 . Las necesidades del país y de la época guiaron el proyecto liderado porAndrés Bello, al mismo tiempo Senador de la República y Rector de la nueva Universidad, el que tomó forma en una frase de su famoso“discurso de instalación” que los estudiantes de los años sesentas del siglo XX reclamaron como consigna de la Reforma Universitaria, en el lienzo que colgaron en el frontis de la Universidad a fines de 1968: “La FECH lucha: por una Universidad cuyo norte sea Chile y las necesidades de su pueblo. Andrés Bello”. Los primeros académicos de la Universidad se habían formado en la antigua Universidad de San Felipe, esos primeros senadores y diputados de laRepública en la década de 1840estaban consolidandounnuevo régimende carácter conservador, pero el proyecto de la Universidad fue un punto de consenso entre los “pelucones moderados” como Andrés Bello, y los liberales, esto es, un proyecto que podía sostener una historia más allá de las diferencias. O como dijera el mismo Andrés Bello, en el mismo discurso citado, el espacio donde todas las verdades se tocan. A dos años de fundada ya se quería hacer un recorte a su financiamiento, cuestión que ocupó el debate público. Muchos sostuvieron que reducir el financiamiento era extinguir la Universidad y lograron imponerse, pero sería un tema que saldría todos los años al discutirse el presupuesto fiscal. Hay signos de origen que marcan los inciertos futuros. La Universidad sigue aquí y también su otrora Palacio Universitario, aunque sujeto a los mismos males de origen, pues el Consejo Universitario debió pelear mensualmente por las partidas de presupuesto que permitieran finalizar su construcción iniciada en 1863. Se lee con cierta emoción y congoja las cartas de Fermín Vivaceta, primer arquitecto formado en Chile y responsable de terminar el proyecto, en las que rendía cuentas nada menos que a Ignacio Domeyko y Diego Barros Arana, los que inspeccionaban patios y las compras, por ejemplo, de sólo cuatro estantes para la Biblioteca de la Universidad en abril de 1872. En ese año se entrega formalmente la obra, aunque no estaba concluida por completo. El Palacio recibe a sus habitantes en 1873, siendo rector Manuel Antonio Tocornal. Una casa abierta para Chile Historia visual de laCasa Central de la Universidad de Chile Convocatoria a sesión de la Facultad de Humanidades, 11 de enero de 1859. Colección Manuscritos, Archivo Central Andrés Bello. Manuscrito 660. Parte dirigido a Salvador Sanfuentes, primer Secretario General de la Universidad de Chile, miembro fundador de la misma. Destacado hombre de letras y político de la generación de 1842. Esta citación la ocupó en su reverso como hoja para sus escritos literarios, lo que nos muestra las interesantes relaciones entre la escritura y el trabajo público e intelectual, así como la precariedad del mismo frente al escaso recurso del papel. La citación la recibe como miembro de la Facultad de Humanidades, la reuniónseríaen lapropia casadel señorRector, don Andrés Bello, dado que en ese entonces la Universidad no contaba con sede propia funcionando de manera conjunta en las instalaciones del Instituto Nacional frente al Congreso. En esa misma cuadra, por Catedral, vivió Bello hasta su muerte un 15 de octubre de 1865. 1. Cámara de Senadores, Santiago 2 de junio de 1842. El Mercurio deValparaíso . domingo 3 de julio de 1842, p.3. 10

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