La realidad médico-social chilena

TUBERCULOSIS Pese a todos los vacíos de la estadística, agravados por la frecuencia con que esta enfermedad es ocultada, figura, después de la mortalidad infantil, con la cifra más alta, lo que nos coloca en el segundo lugar de mortalidad del mundo causada por esta enfermedad. En el cuadro de la mortalidad general representa un 15% ; pero si se considera única- mente a la población activa, la mayor de 16 años, esta cifra asciende a l 25%. En un trabajo publicado en "Medicina social" el año 1935 decíamos: "La tuberculosis es una enfermedad social; la consideramos así, primero, porque la mayoría de los seres que son atacados por ella viven en grupos densos y solidarios los unos de los otros; su densidad y solidaridad hacen que se sumen a los caracteres biológicos, los caracteres epidemiológicos. Segundo, la tuberculosis presente caracteres especiales, originados por el hecho de que la sociedad está dividida en grupos o clases que difieren los unos de los otros por sus medios de existencia, de donde depen- den los medios de resistencia de la enfermedad. A la tuberculosis, enfer- medad social, corr-esponde una bigiene social, que es una higiene de masas, donde la apl~cación de ella no puede estar asegurada por el individuo ni la familia; una higiene que, teniendo como punto de vista las desigual- dades económicas de los individuos, desde el momento que existen ricos y pobres, compense la diferencia de clases. . "De estos conceptos se deduce la importancia y trascendencia de la tuberculosis, socialmente considerada, enfermedad que ataca a todas · las razas, todas las edades, todas las clases de la sociedad humana y las especies animales que viven cerca del hombre. Ella no sólo extermina al ser humano, sino que lo róe y lo diezma. Es de todas las enfermedades sociales la que más atenta contra la fuerza social, por excelencia, que es el trabajo". . "Se ha definido de diversas maneras lo que debe entenderse por 1 11 -

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