La realidad médico-social chilena

TOXICOMANIAS Entendemos por toxicomanía el hábito inveterado, ansioso, de in- gerir o inyectarse ciertas substancias que dan al organismo bienestar psíquico u orgánico momentáneo pero que a la larga determina:n lesiones en el cuerpo o trastornos en la mente que repercuten sobre la salud, la conducta, el ambiente y hasta la descendencia del que las ingiere o in- yecta Psicológicamente la toxicomanía, cuyos vehículos más habituales son el alcohol, la cocaína o el opio y sus derivados (morfina, pantopón, heroína, láudano, etc . ) , se desarrolla en seres llamados predispuestos. Esta predisposición puede determinarse por haberse heredado una per- sonalidad débil de la voluntad, del sentido de la responsabilidad y de la entereza para hacer frente al dolor físico o moral o porque las primera~ impresion~s de la infancia, la educación, grandes golpes afectivos y mo- rales, la inclemencia económica o pragmática del medio ambiente o la desigualdad social, producen en ciertos individuos complejos, sensación de inferioridad, inconformismo, que se cree indispensable superar artifi- cialmente por medio de los alcaloides o del alcohol. El desarrollo de la toxicomanía obedece al entremezclamiento en mayor 'O menor proporción en cada caso, de factores propios del in- dividuo, con los que nace, se desarrolla y enfrenta a la vida y factores del ambiente que al repercutir sobre él lo empujan, mantienen o sumer- gen en los tóxicos. Creemos interesante consignar lo anterior porque nos muestra que para abordar la solución del problema son dos tipos de factores con los que hay que estrellarse decidida y paralelamente. El del alcoholismo merece un capítulo aparte. Lo trataremos a con- tinuación. El de la cocaína, morfina y derivados, etc., substancias que ·se englo- ban bajo el término general de alcaloídes, es un tipo de toxicomanía cuyo prendimiento obedece a circunstancias individuales y sociales, y en ge- 1 11 -

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