17.6. Pol´ıtica monetaria, arbitraje de tasas y precio de acciones
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va a bajar, ¿no ser´a un error esperar, ya que todos pueden estar esperando a
que la tasa baje y en consecuencia restringiendo su gasto? El otro tema que
abordamos aqu´ı es la relaci´on entre las tasas de inter´es y los mercados de renta
variable, en especial las acciones.
17.6.1.
Timing
de cambio de tasas
Aqu´ı nos preguntaremos qu´e pasa con la pol´ıtica monetaria si el p´ublico
espera rebajas de tasas futuras. ¿Significa esto que puede haber agentes que
esperan que las tasas bajen m´as para endeudarse? Alternativamente, si el
banco central est´a considerando bajar la TPM, y el mercado lo sabe, no es
posible que esto provoque una postergaci´on de gasto, y en este escenario una
pol´ıtica m´as expansiva ser´ıa anunciar que las tasas no caer´an m´as. Mostraremos
que estos argumentos son incorrectos bajo la HE. En general, la estructura de
tasas ya deber´ıa tener incorporada la evoluci´on de tasas, y por lo tanto, si hay
cierta probabilidad de que las tasas bajen en el futuro, la curva de retorno
debiera caer, lo que deber´ıa hacer las condiciones financieras m´as expansivas.
El an´alisis que hemos desarrollado nos sirve tambi´en para entender de mejor
forma la transmisi´on de la pol´ıtica monetaria. Un tema que siempre est´a pre-
sente en las discusiones de la pol´ıtica monetaria es si en un per´ıodo donde se
prev´en alzas de tasas, esto puede terminar siendo expansivo, apuntando en
la direcci´on opuesta a la deseada por la pol´ıtica monetaria. La raz´on es que
el p´ublico, ante la expectativa de que las tasas futuras ir´an subiendo, antici-
par´a sus gastos para no contratar cr´editos cuando la tasa sea efectivamente
m´as alta. Es decir, el efecto contractivo de las mayores tasas de inter´es se
ver´ıa aminorado por un efecto expansivo de anticipaci´on de gasto. El efecto
opuesto podr´ıa surgir en un momento de relajaci´on de la pol´ıtica en el cual
el gasto podr´ıa detenerse en espera de tasas aun menores. En consecuencia,
alguien podr´ıa sostener que ir aumentando las tasas gradualmente puede ser
expansivo, en vez de causar el efecto deseado de contraer el gasto. Lo contra-
rio ocurrir´ıa con una relajaci´on monetaria. Alguien podr´ıa pensar que en un
escenario de bajas en las tasas, el p´ublico general puede esperar antes de endeu-
darse, porque conf´ıa en que las tasas seguir´an bajando. Por lo tanto, mientras
las tasas no lleguen al “piso”, el gasto no se expandir´a, por el contrario, se
podr´ıa frenar.
Esta l´ınea de argumentaci´on es, en general, incorrecta, y podemos ver la
raz´on usando la ecuaci´on
. Ignora el hecho de que las expectativas de
cambios futuros de tasas ya debieran estar incorporadas en la estructura de
tasas. Esto se discutir´a a continuaci´on con un ejercicio simple.
Para mostrar este punto consideremos solo tres per´ıodos. En el per´ıodo 1
se espera que la tasa de inter´es est´e baja en
r
y del per´ıodo 2 en adelante
subir´a para siempre a
r
. Si la operaci´on es por un solo per´ıodo, no hay duda
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