Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

través de docun1entos y alguna bibliografia ami alcance. Esa precariedad no lo será tanto en el caso de la exposiciónsobre los conceptos de géneroy mujer. En todo caso, mj anhelo se afinca 1nás ensacar a luz algunos puntos que ilumineill un posibledebate al respecto, así co1no aportar a las preguntas que surgen del creciente interés e incorporación del tema en las instituciones de enseñanza superior en Chile. Algunos rasgos de la instalación de los Estudios de la Mujer en Estados Unidos y en AméricaLatina. a) El devenir en Estados Unidos Establecer una relación entre la realidad de los Estudios de la Mujer en Estados Unidos y Amé1ica Latina se torna relevante toda vez que el primero tiene el privilegio de contar con alrededor de 25 años de práctica institucional y de debate teórico-1netodológico dentro de las uciversidades. Si bienenvarios países europeos como Francia, lnglate1Ta e Italia -entre otros- ' ba habido un gran desarrollo de estos estudios, no hemos encontrado una evaluación sistemática de su devecir que nos permita realizar algunas caracterizaciones, como en el caso de Estados Unidos. Así , se puede observar -de acuerdo a la bmbliogra:fla al respecto 1 - que se podría hablar de cuatro fases por las cuales han atravesado los Estudios de la Mujer en Estados Unidos: la primera, relacionada consuconstitucióncomouna disciplina autóno1na dentro de la academia; la segunda, su introducción dentro de las principales disciplinas acadétnicas; la tercera, su esfuerzo por generar curriculu1ns endonde aparezca la diversidad, y la cuarta, un avance hacia la globalización e internacionalización de los Estudios de la Mujer. La primera de estas fases se icicia en 1969, y su rasgo central es la confo1mación de los Estudios de la Mujer con una identidad propia. Según Catherine Stimson, este período tuvo como objetivos: 1) desconstruir los errores acerca de la historia, la sociedad y la cultura que habían creado los prejuicios 1nasculinos; 2) construir conocimiento acerca de la mujer; 3) servir de catalizador de las diversas iciciativas de las mujeres en el ámbito académico y 4) producir un nuevo conjunto de ideas, paradigmas y teorías. Según la autora los Estudios de laMujer son el resultado más exitoso de la Segunda Ola del Movi1niento feminista, con10 lo evidenció el hecho de que de 17 cursos dados en el primer año de inicio, se pasa, en 1982, a 20.000 cursos y a 300 programas a lo largo del país. Será, precisan1ente en la década de los 80 donde se produzca una consolidación de estos estudios dentro de la educación superior norteamericana. ]7

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