Casas patronales : conjuntos arquitectónicos rurales

EVOLUCION Abarcando una centuria colonial y otra republicana, el período de construcción de los ed ificios para las gran– des Haciendas se extiende desde principios del siglo XVIII, hasta fines del siglo XIX. A lo largo de este lento proceso, en un sector de gran importancia para el de– sarrollo socioeconómico del país, la arquitectura de los conjuntos mantiene, sin embargo, una sugerente conti– nuidad y coherencia en los numerosos establec imien– tos agrarios que se levantan desde el norte chico hasta la región del Bíobío, consolidando en su gran mayoría el modelo que hemos denominado Casas Patronales del tipo tradicional, con algunas variantes, especial– mente planimétricás, según sea su ubicación y su nivel de producción, como en los valles transversa les, cor– dilleranos y costeros, donde la organización y las pro– porciones de los espacios exteriores se ajustan a una menor disponibilidad de superficies planas en relación al valle central. En algunas de las Haciendas cercanas a Santiago; Lo Fontecilla, Lo Matta, Lo Contador o El Mariscal , a conse– cuencia de encontrarse todas ellas a una jornada de la capital, aparece a contar del 1800 otra variante, en las que las construcciones no alcanzan la vastedad y la complejidad de las situadas en pleno campo, a gran distancia de los centros poblados . Este tipo de casas su– burbanas, presentan un esquema distinto en lo que se ref iere a la vivienda del patrón, que con una reminis– cencia de lo urbano se desarrolla en una edificación de dos pisos que constituye el núcleo del conjunto. El se– gundo piso se destina a las habitaciones, y el primero a servicios y bodegas, y sus características formales, es– paciales y constructivas son las mismas de las casas tra– dicionales de un piso . "Podría llamarse casa y bodega al mismo tiempo. En Espa– ña llamóse A lquería y creemos floreció más en el siglo XVIII. Es el concepto hermético de vascos, astures, santan– derinos, gallegos y levantinos que mantienen en su finca casa, cuadra y granero, dentro de los muros." (1). Hacia el término del siglo XIX, y en los principios del XX, por razones de subdivisión de la propiedad , o de reposición por la destrucción causada por los sismos, se levantaron a semejanza de las vi llas de agrado euro– peas, casas de tipo "Palacio", como en Pullalli , Cata– pilco, Las Rosas de Ch iñigüe, San Isidro, Santa Rita, (u– naco, etc., que cumplen con el rol exclusivo de vivien– da del propietar io , desvinculadas de las construcciones 86 El con¡unto evoluciona, su arquitectura es determinante de la época de construcción . 202. 203. 204. Lo Alto. Quilapilún. Santa Rosa de Codigua .

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