Arquitectura tradicional de Osorno y La Unión

A pesar de la nueva fisonomía que este importante conjun– to de edificios dió a la ciudad, aún predominan, en el paisa– je urbano, las construcciones en madera, aunque restringi– das a viviendas y viviendas-comercio levantadas en el pe– ríodo comprendido entre fines del siglo XIX y 1920 aproximadamente. Algunos de ellos son importantes ejemplos de la arquitec– tura tradicional osornina, que han subsistido tanto a los derribos como a los numerosos incendios de los años 1914, 1920, 1923. (24). Otros no tuvieron igual suerte, como la iglesia de San Francisco, destruída en el incendio de 1943; notable templo, en roble y alerce, réplica del construido por los franciscanos en la ciudad de Castro, según planos del arquitecto italiano Eduardo Provasoli. Del incompleto panorama de la arquitectura osornina han desaparecido las construcciones de la primera etapa de la colonización alemana, que obviamente eran viviendas ele– mentales de modestas dimensiones. (25). Las casas subsis– tentes -objeto de este estudio- pertenecientes al período 1880 - 1920, pueden clasificarse en tres grandes grupos atendiendo a su desarrollo en el tiempo; que identifican épocas, localizaciones características en la ciudad, obede– cen a distintos vocabularios formales y a una manera dis– tinta de relacionarse con el espacio urbano. Permanecen casi inalterable las organizaciones funcionales, el uso de materiales, técnicas y sistema constructivo-estructurales. Finalmente un cuarto grupo, que aparece coexistiendo con el último período, y que tendrá continuidad en la arquitec– tura racionalista de la ciudad; sustituyó la madera, em– pleando el hormigón en los muros perimetrales exteriores de la construcción, manteniendo hacia el interior los de madera en una singular solución de doble muro; protección frente a la propagación de incendios el primero, y el segun– do, aislación adecuada ante el clima húmedo y lluvioso. Como ha sucedido tan a menudo con la forma arquitectó– nica, con el nuevo material, se adoptó también una nueva expresión. El grupo de viviendas de mayor antiguedad mantuvo la tradición colonial del corredor exterior que conformaba una suerte de vereda cubierta, protegía al transeúnte del sol o la lluvia y creaba un espacio urbano para el intercam– bio social. No es de extrañar que estas casas se localizaran en las calles de salida de la ciudad, comerciales, que co– rrían de oriente a poniente, o junto a las grandes bodegas del puerto fluvial. Las más antiguas de este grupo son las casas, E. Stuckrath y Mohr Pérez, de uno y dos pisos respectivamente, que obedecían claramente a las formas y canones del neocla– sicismo. Volúmenes simples y bien definidos, fachadas en que se alternaban rítmicamente los paños desnudos y las ventanas enmarcadas con un jambaje clásico. En el resto de las viviendas con corredor externo, se nota una mayor libertad en la composición, aunque la ornamen– tación continuó repitiendo los motivos neoclásicos. Esta ornamentación, fabricada en serie con medios mecánicos y adherida al edificio, se transformó en el ropaje con que se vestía el edificio según el gusto del momento; favoreci– da por la introducción de la máquina en el proceso de ela– boración de la madera, unido al uso del clavo fabricado con medios mecánicos; se generalizó el uso de tabiquería tipo "balloon frame"; las anchas escuadrías de la madera, Edificio Colonial y primera Escuela Alemana, año 1904. Casa Comercio 'R1cardo Wiederho!::l. O:oo1no Ch1 0 ! ' 1 ... . ::.~, . ~~ Hotel Osorno, demolido alrededor de 1953

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