Joaquin Toesca arquitecto y maestro

1795. EL DIRECTOR DE OBRAS EN LA IGLESIA DE SANTO DOMINGO Si bien la Catedral constituyó, por definición, el mayor ex– ponente de la arquitectura religiosa del período, no fue esta la única obra eclesiástica en que intervino personalmente el arquitec– to italiano. Durante largos años, la participación de Toesca en alguna etapa de la construcción de la Iglesia de Santo Domingo, provocó atendibles dudas entre los historiadores y los investigadores de la arquitectura chilena; a pesar que existían indicios dignos de con– sideración, no aparecía la prueba fehaciente de que tal hecho fuese efectivo. Esta razón explicaría que Santo Domingo no figurara rela– cionado al nombre de Toesca en obras especializadas del carácter del completísimo estudio del profesor Alfredo Benavides, editado en 1941 y reimpreso en 1961, luego de una cuidadosa revisión. Es cierto que el historiador Roberto Toro mencionaba Santo Domingo entre las obras atribuidas a Toesca, en el ensayo que sobre el arqui– tecto publicara en 1934, pero no indicaba su fuente de información. La duda ha sido hoy disipada. El archivo del convento dominicano, afortunadamente sal– vado de varios siniestros, conserva tesoros documentales que han permitido puntualizar y completar algunos aspectos de la historia de Santo Domingo. En efecto, el riguroso exatnen del Libro de Fábrica de la Iglesia, aunque incompleto y deteriorado por la acción del tiempo, proporcionó el testimonio incontestable de la interven– ción del arquitecto en la construcción del templo. (5) En el período correspondiente al priorato de Fray Diego Rodríguez, entre los años de 1794 a 1797, aparecieron registrados los sueldos percibidos por Joaquín Toesca en la función de Arqui– tecto Director de la Obra de la iglesia de Santo Domingo, desempe– ñada desde noviembre de 1795 hasta el sábado 3 de septiembre de 1796. (5) El hallazgo de la pieza original en que se designa a Joaquín Toesca "Arquitecto Director de la Obra", así como de otros documentos en que se le encomiendan diversos trabajos, fue hecho por Eliana Mujica en el año 1962, en una investigación patrocinada por la Cátedra de Historia de la Arquitectura. La indagación bibliográfica demostró en esa oportunidad, que ninguna fuente conocida hacía referencia a estos manuscritos. 18

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